Fotos: EFE
La muñeca altísima se llama La Gigantona y ayer fue su día: le tocó salir a las calles nicaragüenses a relajo y baile con músicos en vivo y todos los colores brillantes de las telas satinadas.
En ese país y en Uruguay también hay visita a familiares difuntos en los cementerios, un poco al modo de la parentela mexicana.
En Montevideo, ese altar morado fue levantado para Benedetti, cuya última estancia en México, en 1997, desató furor en Bellas Artes.