Estados Unidos se comprometió este lunes a enviar 60 millones de dosis de la vacuna AstraZeneca contra el coronavirus a otros países, luego de que multitud de organismo internacionales lleven semanas presionando a la Administración de Joe Biden para que done parte de sus vacunas sobrantes a los países donde la pandemia está descontrolada o no cuentan con vacunas suficientes para proteger a la población.
El anuncio -realizado por el asesor de la Casa Blanca en el grupo de respuesta de coronavirus, Andy Slavitt- se materializará en los próximos meses, una vez que la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) autorice el uso del fármaco, aún pendiente en EE.UU, y se hayan fabricado millones de fármacos.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, confirmó este lunes en una rueda de prensa la decisión del gobierno de compartir esta vacuna “porque Estados Unidos dispone de vacunas suficientes para su población y no necesita las de AstraZeneca”. No obstante, aclaró que los envíos de esta vacuna no serán inmediatos y llevarán semanas hasta que la FDA revise y dé las autorizaciones.
Añadió que, de momento, esperan liberar los primeros 10 millones de dosis en las próximas semanas y otros 15 millones en mayo o junio, mientras que las 50 millones restantes se podrán repartir en tandas. “Así que esto no es inmediato”, agregó.
Poco más de la mitad de la población adulta de EE.UU cuenta con al menos una dosis de alguna de las tres vacunas ofrecidas en el país: Pfizer-BioNTech, Moderna y la de Johnson & Johnson, que este fin de semana volvió a distribuirse después de 11 días de restricción por los raros casos de trombos.
Para julio, EE.UU va a tener un excedente de 300 millones de inyecciones, según un informe del Centro de Innovación en Salud Global de Duke. (La Crónica de Hoy)