Unos 205 millones de indonesios están llamados este miércoles a votar en unas elecciones generales para elegir al sustituto del actual presidente, Joko Widodo, con el exgeneral Prabowo Subianto como favorito de unos comicios en los que el voto joven es decisivo.
Los colegios electorales abrieron a las 7:00 horas en la zona oriental (GMT+9) para luego dar paso a los otros dos usos horarios de Indonesia, la zona central (GMT+8) y la occidental (GMT+7), a la que pertenece Yakarta, en la isla de Java, y permanecerán abiertos 6 horas.
Hay más de 823.000 colegios electorales a lo largo de este archipiélago de más de 7.000 islas, que es la tercera democracia más poblada y el país con más musulmanes del mundo, que forma parte del grupo de 20 mayores economías del mundo (G20) .
Los jóvenes serán decisivos en los comicios, ya que los electores de entre 17 y 40 años representan el 52 por ciento de todos los votantes.
Los resultados oficiales pueden tardar en publicarse hasta 35 días, el máximo plazo permitido por la ley electoral, aunque los primeros resultados provisionales a pie de urna se conocerán tras la jornada de votación y al día siguiente.
El exgeneral Prabowo, acusado de violación de los derechos humanos durante su carrera militar entre los años 1970 y 1998, parte como favorito tras haber rehabilitado su imagen a través de una campaña en la que ha llegado a realizar bailes que se han hecho virales en TikTok, en un guiño a los votantes más jóvenes.
El actual ministro de Defensa ha conseguido aumentar sus apoyos también gracias a su alianza con Gibran Rakabuming, aspirante a la vicepresidencia e hijo del presidente actual, Joko Widodo.
Prabowo, que ha elegido el azul como el color de su campaña, aventaja en las encuestas con amplio margen a los otros candidatos a la presidencia: el exgobernador de Yakarta Anies Baswedan y el exgobernador de Java Central Ganjar Pranowo.
Widodo no puede presentarse por ley a la reelección, pero ha expresado su apoyo de manera tácita a Prabowo y su hijo, lo que le ha valido críticas y la acusación de buscar crear una dinastía política a pesar de haber criticado en el pasado cualquier atisbo de nepotismo.
Con información de EFE