Cuatro mineros clandestinos murieron en un tiroteo con policías en la reserva indígena Yanomami, en la Amazonía brasileña, tras el anuncio del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva sobre intensificar las acciones de combate contra la explotación ilegal de los recursos naturales en la región.
El enfrentamiento tuvo lugar la noche del domingo, en el marco de una operación de fiscalización contra un yacimiento ilegal conocido como «Oro Mil», situado dentro de la tierra indígena Yanomami, la mayor de Brasil y que hace frontera con Venezuela.
Según las autoridades brasileñas, agentes de la Policía Federal de Carreteras (PRF por sus siglas en portugués) y del Instituto Brasileño del Medioambiente (Ibama) «fueron recibidos a tiros por garimpeiros ilegales que actúan en la región».
El ataque ocurrió mientras una aeronave de las fuerzas de seguridad brasileñas intentaba aterrizar en el lugar, según señaló la PRF en una nota.
Los mineros, equipados con «armas de alto calibre», «dispararon contra los agentes en un intento por repeler» el operativo, pero no lo consiguieron.
«Los policías se defendieron e hirieron a cuatro pistoleros, que no resistieron las heridas», añadió la información.
Este incidente se ha producido un día después de que un indígena muriera y otros dos resultaran heridos, aunque sus vidas no corren peligro, en otro ataque perpetrado supuestamente por mineros clandestinos en una comunidad ubicada también en la tierra Yanomami.
El clima de tensión entre invasores y yanomamis viene aumentando desde enero, cuando el Gobierno de Lula inició una operación para retirar a todos los mineros que actúan en esa región y que pretende intensificar a partir de ahora.
Lula, que asumió el 1 de enero, declaró el estado de emergencia en la reserva ante la grave situación humanitaria en esa zona, provocada en parte por la intensa actividad de los mineros, que han contaminado los ríos con mercurio y devastado parte del territorio de los yanomamis, habitado por unos 30.000 indígenas.
Según un reciente balance oficial, en estos últimos 4 meses, han sido destruidos unos 330 campamentos de mineros ilegales en el territorio de los yanomamis.