El presidente de Estados Unidos admitió este viernes que la semana pasada no se “encontraba en la mejor de las formas”, después de que empezara a mostrar síntomas medianamente severos de la COVID-19, como fiebre alta, congestión, tos e incluso llegaran a bajar sus niveles de oxígeno.
En ese sentido, durante una entrevista radiofónica con el programa del locutor radiofónico ultraconservador Rush Limbaugh, Trump admitió que podría haber muerto por la enfermedad si no fuera por el tratamiento exclusivo, experimental y elitista que recibió como presidente de Estados Unidos.
“La gente se recuperará inmediatamente como yo lo hizo. De verdad, me siento mejor ahora que hace dos semanas, es una locura”, explicó Trump. Y añadió: “Me recuperé inmediatamente, casi inmediatamente. Quizás no me hubiera recuperado en absoluto de la COVID-19” si no fuera por ese tratamiento.
“No sé si hubiera… no sé si, ya sabes, no estaba en la mejor de las formas. Un día después estaba bien, quizás hasta perfecto, pero bien. Pero unos días después, ahora estoy libre, ya sabes, me siento perfecto”, agregó, insinuando claramente que pensó que podía morir.
El presidente agregó que preguntó a los médicos qué tan mal estaba su situación, y que estos le admitieron: “Pudo estar muy mal, estaba entrando en una fase muy mala” por la enfermedad.
Trump fue trasladado al hospital militar Walter Reed de Maryland el viernes pasado, horas después de publicar su positivo en Twitter y cuando, según medios, empezaba a mostrar signos severos de la enfermedad. Apenas tres días después, regresó a la Casa Blanca y se quitó el cubrebocas.
Con información de agencias