Escápate a Huejotzingo, productor de la manzana que aguanta la cocción en chiles en nogada y es base de la sidra
El zócalo de Huejotzingo hará mañana, el domingo y el siguiente fin de semana la “Feria de ingredientes del chile en nogada”.
Las familias productoras de frutas, nuez y chiles poblanos venderán en la plaza principal sus cosechas.
También ofrecerán el chile en nogada preparado.
Anunció esta actividad ayer la secretaría estatal de Turismo.
Así se estrena esta cabecera municipal como Pueblo Mágico.
El sábado 19 y el domingo 20, la feria será en el centro de la junta auxiliar de San Mateo Calpultitlán.
Ahí participarán cocineras tradicionales y productores de chile poblano, manzana panochera, pera lechera, durazno criollo, nuez de castilla y demás insumos.
En este evento, los sidreros de la región también venderán sus productos,.
Como se sabe, Huejotzingo y Zacatlán son los dos municipios poblanos que elaboran sidra con base de manzana panochera.
Esta variedad, con mayor dureza que otras y un sabor agridulce, resiste mejor la cocción del relleno del platillo de temporada.
Además, es la que los españoles trajeron durante la conquista y en el virreinato enseñaron la producción de sidra.
Ambos municipios son los productores nacionales de esta bebida, que también sirve para maridar con los chiles en nogada.
En Huejotzingo, cada chile cocinado costará 200 pesos, anunció la titular de Turismo, Marta Ornelas.
La “ruta del Chile en Nogada” incluye a San Andrés Calpan, San Nicolás de los Ranchos, San Salvador El Verde, Santa Rita Tlahuapan y San Martín Texmelucan.
En esos sitios, pueden recorrerse huertos y siembras.
Este año, se cumplen 202 de creación del platillo atribuida a las monjas del convento de Santa Mónica.
Conventos y siembras
Calpan y Huejotzingo tienen como prioridad en su cultura agrícola los ingredientes del chile en nogada por herencia de los frailes.
Ambos municipios ostentan en sus cabeceras gigantescos inmuebles que fueron conventos franciscanos, desde donde se introdujeron los productos de la comida española.
Así lo explica el antropólogo y arqueólogo Eduardo Merlo Juárez.
Pone en relieve la siembra de verduras y plantación de árboles de frutas europeas en las zonas donde se asentaron los monjes.
Llama la atención sobre las técnicas culinarias árabes, introducidas a su vez en la península Ibérica durante la dominación que duró ocho siglos.
“Rellenar verduras es una costumbre árabe, así como juntar sabores dulces con salados en un mismo platillo”, afirma el experto.
El capeado hace barroco al chile en nogada, por la búsqueda del color dorado en los productos culturales de la época, indica.