Lo prolongado de la pandemia por COVID-19, el confinamiento y el cambio d hábitos de trabajo, la forma de socializar que se ha transformado en algunos casos en encuentros virtuales y la necesidad de mantener las medidas higiénico-sanitarias por lo menos durante el presente año, obliga a las personas “a reinventarse con una nueva actitud hacia la vida”, señala el doctor Martín Felipe Vázquez Estupiñán, Gerente Médico de Sistema Nervioso Central en GSK México.
En entrevista con Crónica, el especialista indicó que la depresión ya era un problema frecuente en la población mexicana antes de iniciar la pandemia, incluso a nivel mundial se estima que más de 300 millones de personas padecen esta condición y alrededor de un millón de personas pierden la vida por conductas suicidas.
En México la prevalencia de depresión hasta antes de la COVID-19, era entre 6 y 8 por ciento y ahora se ha elevado a niveles del 20 al 25 por ciento de la población adulta.
Ante ello, subrayó que todavía es momento de actuar cuando la pareja, un amigo, un familiar ha tenido cambios radicales de actitud, hábitos y hasta de carácter, lo primero que se debe hacer, sostuvo el especialista, es pensar que puede tratarse de depresión, un mal silencioso, que de no ser tratado a tiempo, puede generar conductas suicidas por lo que esa persona requiere ayuda de un profesional.
“Los cambios son fáciles de identificar cuando hablamos de alguien que tenía un buen rendimiento en lo familiar, lo laboral o en la escuela y comienza a perder interés en sus actividades habituales, aunado a pérdida del apetito, trastornos del sueño, tendencia al llanto o apatía en general, pensar de una manera lenta o por el contrario estar muy inquieto, todas son señales que nos puede alertar que quizá haya un problema mental”.
En este mismo sentido, el doctor Vázquez Estupiñán enfatizó que la depresión, prácticamente es el enemigo silencioso a vencer, sobre todo en aquellos casos en los que las personas por miedo al rechazo o estigma a que sean etiquetados como “locos”, prefieren callar y no pedir ayuda de un profesional de la salud mental.
El problema, reiteró, es que la prevalencia pasó del 8 a un 25 por ciento de la población, y aunque el 80 por ciento de los casos podrá desarrollar cuadros adaptativos al estrés y lograrán por si mismos salir adelante, tenemos un 20 por ciento de personas que han desarrollado trastornos de ansiedad y depresivos y que necesitarán ayuda al menos durante algún tiempo.
Refirió que en general la resiliencia en el ser humano permite evitar que se desarrollen síntomas clínicos aunque una buena forma de identificarlos, insistió, es cuando se comienza a presentar sentimientos de como: tristeza, desesperanza, irritabilidad.
Precisó que la depresión tiene diferentes grados de severidad: está la leve o moderado, casos en los que las personas pueden responder a ciertas medidas en su estilo de vida como hacer ejercicio de forma rutinaria, y que ya ha quedado demostrado que tiene un efecto antidepresivo, o practicar yoga, meditación, que mejora el funcionamiento de la corteza cerebral, es decir que hay intervenciones conductuales que mejoran la depresión de manera importante.
Los casos de depresión leves y moderados se pueden ver muy beneficiados con la práctica de ejercicio, incluso el apoyo familiar, sin embargo, los casos graves, en donde hay el individuo presenta una pérdida de peso importante, hay disminución de la movilidad por fatiga incluso empieza la idea suicida “estos casos deben ser abordados con una combinación de tratamiento psicoterapia con fármacos para resolver el problema”.
Es posible que algunas depresiones leves se resuelvan espontáneamente o por los efectos de cambios ambientales recuperación del trabajo las posibilidades de una convivencia más flexible, hay que tener muy claro “que muchas depresiones requieren un tratamiento especializado y en general la recomendación es que los tratamientos cumplan un periodo de tiempo al menos de un año.
“Es muy importante que no haya una suspensión prematura del tratamiento farmacológico, sobre todo en pacientes que tienen depresiones recurrentes o repetitivas, ya que en estos casos es raro observar remisiones espontáneas, por el contrario, se tienen que tratar como enfermedades crónicas y mantener al paciente en tratamiento para tenerlo controlado”.
Un consejo quizá sea acercarse al arte, literatura, teatro, artes plásticas, meditación, aprender a respirar, mantener la comunicación con amigos y familiares a través de redes sociales “buscar la manera de reinventarnos en la manera de hacer las cosas para continuar con la vida”, sostuvo. (La Crónica de Hoy)