Uno de los grandes ideólogos del país, catedrático, político, escritor y diplomático, ex gobernador de Tabasco, Enrique González Pedrero, murió ayer a la edad de 91 años en la ciudad de México, cuyo lema de la campaña política que antecedió a su gobierno que ejerció del primero de enero de 1983 al primero de diciembre de 1987 en que solicitara licencia al cargo para unirse a la campaña presidencial de Carlos Salinas de Gortary, fue la de ”Hablarán los hechos”, como preludio de lo prolífica que fue la obra de su gobierno.
Autor de innumerables obras como La Revolución cubana, La riqueza de la pobreza, Las voces de la Naturaleza que escribió junto con su esposa la también fallecida, señora Julieta Campos de González Pedrero, El gran viraje, La cuerda floja, Filosofía política y humanismo, País de un solo hombre, en tres tomos, Una democracia de carne y hueso, entre otros.
Era licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de México (UNAM), con especialización en Sociología, Economía y Ciencias Políticas en la Sorbona de Paris, ocupó diversos cargos a lo largo de su trayectoria académica y política como el ser director de la Escuela Nacional de Ciencias Políticas, en cuya gestión fue elevada al rango de Facultad, fundador del seminario de Historia Política y Social de México en la Escuela Nacional de Estudios Profesionales de Acatlán.
También ocupó el cargo de Senador de la República, fundador del Instituto de Capacitación Política del Partido Revolucionario Institucional, secretario general del CEN priista, coordinador general de la campaña de Carlos Salinas de Gortary, director del Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (IEPES) del PRI, director del Fondo de Cultura Económica en 1989, embajador de México en España de 1989 a 1991.
Desde 1995 militaba en el Partido de la Revolución Democrática, partido que lo llevó a ser diputado federal en 1997.
Como gobernante de Tabasco realizó una de las más importantes obras de comunicación de la entidad con la construcción de los puentes Frontera, Balancán, Jonuta, José Colomo, Provincia, Pitahaya, Jalapita, Barra de Panteones y San Pedro así como la edificación de la biblioteca “José María Pino Suárez”, considerada una de las más importantes de México y América Latina; remodeló el parque “Tomás Garrido Canabal” en el que se buscó resaltar las características de la arquitectura Maya, como los arcos, las escalinatas y calzadas para las que incluso se traja materiales como gravillas especiales del municipio de Tenosique.
González Pedrero que caminó incansablemente el territorio tabasqueño, en sus constantes giras de trabajo, en que buscaba que se incluyeran todas las comunidades rurales e indígenas, que se propuso unirlas a través de los llamados Centros Integradores, y que también se ocupó en crear adjunto al actual aeropuerto “Cap. Carlos A. Rovirosa” un lugar que se destinara a la conservación de las plantas botánicas y que inicialmente se denominó Centro de Interpretación de la Naturaleza, hoy conocido como Yumká.
En todos sus recorridos, en cada una de sus giras, de sus reuniones de trabajo, de sus intervenciones como gobernante, Enrique González Pedrero, EGP como se le identificaba rápidamente, se preocupó por las condiciones sanitarias de las comunidades más olvidadas y creo el programa “Piso, fogón y letrina”, para que las familias decía, vivieran con mayor dignidad, también se ocupaba en cada uno de sus discursos, que la población tuviese conciencia de lo que llamaba la organización social. Y decía que eran muchas las demandas sociales, por lo que había que estar organizados pero que había que empezar primero con las básicas, porque “primero es la primaria, luego, la secundaria y así sucesivamente”.
Descanse en paz EGP, cuyo único hijo muriera hace apenas seis meses, el 16 de marzo de este año, el también escritor y ganador del premio Xavier Villaurrutia en 1978, Emiliano González. (La Crónica de Hoy)