El subsidio que mantiene el gobierno federal al Impuesto Especial a Producción y Servicios (IEPS) a las gasolinas y diésel, para contener el aumento que se registra en los combustibles derivado de un incremento en el precio del petróleo, podría generar pérdidas recaudatorias por alrededor de 554 mil millones de pesos (mdp), esto es, 2 % del PIB.
De acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), la aplicación de este tipo de subsidios puede tener un efecto regresivo en la población, ya que las personas de mayores ingresos son quienes más contribuyen con la recaudación del IEPS a combustibles.
Con el aumento en el precio del petróleo, la mezcla mexicana pasó de 47.12 dólares por barril el 4 de enero de 2021 a 103.71 dólares por barril el 3 de marzo de 2022, por lo que la Secretaría de Hacienda publicó un decreto que establece que podrán implementarse estímulos fiscales complementarios, esto implica que no sólo se dejará de recaudar el 100 por ciento del IEPS a las gasolinas y diésel, sino que su cuota podría ser negativa, es decir, convertirse en subsidio.
Esta pérdida se compensa con ingresos adicionales por la exportación de crudo, estimados en 644 mdp para 2022. Sin embargo, parte de los ingresos petroleros son propios de Pemex y no forman parte de la bolsa general del gobierno federal, explica el coordinador de Ingresos e impuestos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), Adrián García Gómez.
De acuerdo con las estimaciones anteriores, la pérdida recaudatoria derivada de los estímulos fiscales al IEPS a las gasolinas y el diésel es de 554 mil 193 mdp, mientras que el incremento en los ingresos petroleros derivado de un mayor precio del petróleo es de 643 mil 941 mdp.
Esto nos da como efecto neto una recaudación adicional de 89 mil 747 mdp.
El análisis detalla que esta pérdida se compensa con ingresos adicionales por la exportación de crudo, estimados en 644 mdp para 2022.
Sin embargo, parte de los ingresos petroleros son propios de Pemex y no forman parte de la bolsa general del gobierno federal.
El documento explica que algunas de las implicaciones de esta medida que asume la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador es que el incremento de los estímulos fiscales al IEPS a las gasolinas y diésel disminuye la recaudación de impuestos del gobierno federal.
Adicionalmente, un subsidio de este tipo favorece en mayor medida a la población de mayores ingresos, incrementando la desigualdad de ingresos en el país.
Por otro lado, el incremento en el precio del petróleo aumenta los ingresos petroleros en una proporción mayor.
Sin embargo, la recaudación proveniente del IEPS se va a la bolsa general, por lo que el gobierno federal dispone de ella para la realización de políticas públicas.
No sucede lo mismo con los ingresos petroleros, ya que parte de estos son ingresos de Pemex, utilizados para su operación y no para financiar políticas públicas. Esto ocasiona que los recursos disponibles para financiar políticas públicas disminuyan, dejando al FEIP, en niveles muy bajos. (La Crónica de Hoy)