El enamoramiento es cosa del pasado, ahora los tratantes de personas en el país modificaron su dinámica y aprovecharon la crisis económica que se agudizó con la pandemia en México, para enganchar a sus víctimas ofreciéndoles empleo en internet o redes sociales.
La trata de personas es una actividad de alta productividad para las redes criminales y se estima que genera 30 mil millones de dólares al año en el mundo, de acuerdo con expertos internacionales.
A lo largo de estos últimos meses donde se agudizó la pandemia y el confinamiento en México, el uso de redes sociales por parte de delincuentes para enganchar a sus víctimas creció un 22%, cuando antes de la pandemia solo se recurría a ese mecanismo en un 10%, según el informe bianual del Consejo Ciudadano y Justicia de la Ciudad de México, sobre Trata de Personas 2019-2020, presentado por el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera , Santiago Nieto, y de la UNODC, Kristian Hólgue.
Advirtieron que la trata de personas es un delito que se ha incrementado en 29 estados de nuestro país y abarca desde delitos como esclavitud, trabajo forzado, explotación sexual y tráfico de órganos por lo cual es fundamental desmantelar la estructura financiera y congelar las cuentas de los grupos criminales que cometen estos delitos para salvar la vida de las víctimas.
En el caso de México, los bares, agencias de modelos, de viajes, de colocación de empleos que cambian frecuentemente de razón social o de giro deben encender las alertas de las autoridades, explicó Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de Inteligen-cia Financiera (UIF).
Aseguró que la UIF tiene identificados 2 mil 84 casos y operaciones financieras de empresas fachadas y personas con posible relación con la trata de personas. De ellos, 871 son de trata con fines de explotación sexual.
Agregó que esto ha llevado al bloqueo de mil 410 cuentas bancarias de 117 personas, por un monto de 147 millones 793 mil pesos.
Explicó que el modo de operar de las empresas fachadas es la atracción de mujeres jóvenes extranjeras que traen a México para prostituirse.
Señaló que en México se observa un incremento de este delito en dos modalidades: la primera consiste en la sustracción de niñas y jóvenes de comunidades de estratos medios y bajos y son forzadas a prostituirse en grandes ciudades mexicanas o de Estados Unidos; la segunda, afecta a mujeres de Europa del este que son traídas a México con engaños por grupos delincuenciales que también las someten a la prostitución forzada.
Detalló que hay señales claras de alerta de que se están cometiendo posibles crímenes de trata y lavado de dinero, cuando una empresa cambia con frecuencia de razón social o cuando se constituyen varias empresas con objeto social similar.
O bien cuando una empresa o un sujeto adquiere artículos de belleza, ropa o muebles que salen de su perfil transaccional, o cuando hace depósitos a cuentas con las que no tienen relación.
De acuerdo con los datos registrados por el Consejo Ciudadano, los grupos calificados como de mayor riesgo son mujeres, niñas, niños, adolescentes, adultos mayores y personas migrantes.
Los tratantes buscan gente en situación de vulnerabilidad y exclusión, gente que padece discriminación sistemática derivada de su sexo, identidad de género, o discapacidad; que sufren de violencia familiar, en la comunidad o en el trabajo.
Enganchan a una población necesitada de un trato digno, afecto, trabajo, y en busca de escapar de entornos violentos y carentes de oportunidades.
CÓMO OPERAN
En estos dos años, el medio más empleado fue persona a persona, con un 72%; seguido del uso de las redes sociales, con el 22%. El resto se divide entre páginas web y anuncios en otras plataformas.
El principal método de los tratantes para reclutar víctimas es la oferta de empleo con un 47% de los casos, contrario a lo que se consideraba que era la estrategia de enganche común: la manipulación sentimental.
Los datos de la Línea Nacional contra la Trata de Personas, (LNCTP )indican que el enamoramiento ocupó el 29%. El resto se divide entre promesas de ayuda, privación de la libertad, usos de sustancias, ofertas de estudio, entre otras.
Los victimarios buscan personas en situación de vulnerabilidad y exclusión, discriminadas por diversidad sexual o discapacidad, con baja autoestima o víctimas de violencia familiar, social o laboral, madres solteras o mujeres responsables de la manutención de la familia.
Las personas dedicadas a la Trata no suelen actuar solas. Es un delito que, en la mayoría de las ocasiones, implica la participación de una estructura delictiva organizada, con roles bien definidos, que pueden ir desde la operación local (familias que optan por “vender” o “alquilar” a sus hijos para trabajos o servicios sexuales) y nacional (bandas con vínculos en otras ciudades de la República donde explotan a las víctimas) hasta la de grupos del crimen organizado con ramificaciones en el extranjero, como los cárteles de la droga.
Los tratantes hombres dedicados a la explotación sexual suelen ser extrovertidos y manipuladores, y como parte de sus características no necesariamente coinciden con el estereotipo del varón atractivo o atlético, pero destacan con frecuencia por mostrarse “dispuestos a casarse y tener hijos” y así ejercer mayor control sobre las víctimas mujeres, que casi siempre son “enganchadas” a partir de la manipulación emocional y psicológica.
De igual manera buscan nuevas formas de operar, En los últimos años, las barberías han tenido un auge importante en México.
El concepto está enfocado en un público masculino exclusivamente, que coincide con el principal consumidor de comercio sexual. (La Crónica de Hoy)