En la presente pandemia de coronavirus, trabajadoras del hogar han sido de las primeras personas en ser despedidas de sus empleos o mandadas a sus casas a descansar pero sin goce de sueldo, la situación económica se ha visto mermada para todos y sus empleadores deberían considerar mantener la fuente de empleo, en caso de que el patrón haya recibido un descuento en su nómina, podría aplicar el mismo porcentaje a su trabajadora doméstica, solidarizándose con ella y evitar el despido.
Si a esto le sumamos que difícilmente los empleadores les dan seguro social, su situación se vuelve más complicada, pero esto pronto podría ser diferente, ya que el programa piloto que se dio a conocer en marzo del año pasado, se volverá obligatorio otorgar seguro social a las trabajadoras para el próximo mes de octubre, así contarán con los mismos derechos y garantías que otros trabajadores.
Todo esto lo señaló Marcela Azuela Gómez, coordinadora del Colectivo Hogar Justo Hogar en el seminario online “El derecho frente a la pandemia del COVID-19”, organizado por el Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
Se estima que de dos millones 480 mil 466 trabajadoras del hogar, sólo 22 mil están inscritas en el seguro social, es decir, menos del uno por ciento.