El aumento en el desempleo, la reducción en los ingresos y el aumento en la inseguridad alimentaria derivada de la crisis por el COVID -19 pueden ocasionar un repunte importante en los niveles de pobreza de la población mexicana donde se estima que hasta un 76.2% de la población mexicana puede haber caído en pobreza, es decir, unos 42.8 millones de mexicanos.
Sin embargo, otro 20.7% de la población, es decir, 16.6 millones de mexicanos ya cayeron en pobreza extrema, respecto a la última cifra oficial disponible, correspondiente a 2018, según estima la Universidad Iberoamericana a través del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE), al presentar la Encuesta de Seguimiento de los Efectos del COVID-19 en el Bienestar de los Hogares Mexicanos (ENCOVID-19) correspondientes a mayo del 2020.
De acuerdo con este sondeo, siete de cada 10 hogares en México (75.3%) reportaron no recibir programas sociales o ayudas del gobierno. Sólo el 10.8% declaran recibir las Pensiones para el Bienestar y 7.1% las Becas Benito Juárez.
En ese contexto y ante las dificultades que enfrentan los hogares en esta crisis, 23.0% han pedido préstamos a familiares o amigos, 17.9% han dejado de pagar deudas o tarjetas de crédito, 16.6% han dejado de pagar la renta o servicios (luz, agua, teléfono), y 12.9% ha recurrido a empeñar o vender objetos de valor. (La Crónica de Hoy)