El oso haciendo bucitos será la atracción número uno de nuevo.
El zoológico de Guadalajara reabrió puertas y recibió las primeras tandas de niños que esta vez no tienen vacaciones en las playas más cercanas a sus coordenadas, las de Nayarit, ni forma de usar los juegos de los parques porque se pueden llevar a casa el contagio del coronavirus que tanto daño está haciendo en todo el mundo.
No se quedan atrás los tiburones, que dentro del vidrio lucen fauces de terror. Y aunque el acuario siempre está lleno, los animales de cornamenta pronunciada también tienen sus fans de cubrebocas al aire libre.
El otro verano movidito ocurre en el field del Bronx, en el Yankee Stadium: aquí pueden verse los figurones de los Phillies contra Yankees, en partido de entrenamiento.