Por: Lic. Guillermo Pacheco Pulido
Es relativo
El futuro tiene nombres:
Para los débiles es inalcanzable,
para los temerosos es desconocido;
para los valientes es la oportunidad
Víctor Hugo
Escritores expresan en sus libros, artículos o en conferencias, y eso lo debe usted tomar en cuenta, que la economía de hoy se encuentra en serios apuros –y parece que graves–, por lo que no sabemos a futuro a dónde nos dirigimos o dónde nos están conduciendo las cuestionadas leyes económicas.
Bajo este tópico, sin llegar a ser filósofo, pienso que aún nada está determinado, que el camino de la humanidad es conducido por las mujeres y los hombres que la conforman, buscando siempre la verdad a partir de nuestra realidad. Se dice que la credibilidad en muchas instituciones se está perdiendo, y eso es lo temible y aterrador.
Por eso, seguramente, nos vamos a enfrentar a los mayores retos que la especie humana haya encontrado, sobre todo, porque se están dando, y seguirán dándose, cambios vertiginosos que no comprendemos. Y para los que no estamos preparados como sociedad, hay que leer los libros de Yuval Noah Harari 21 lecciones para el siglo XXI.
Se afirma que la sociedad actual se va a transformar en sus sistemas y forma de vida, tenga por seguro que no va a cambiar, porque ya lo está haciendo, cambio que a lo mejor muchos no nos hemos percatado, y lógico, ahí se nos están creando nuestros problemas. Por ello, debemos enterarnos de lo que acontece hoy desde una visión científica, técnica y cultural. De no hacerlo, formaremos parte de las miles de personas que actuaremos como dependientes, por no decir esclavos, alejados de toda compresión y solidaridad humana.
En una reunión que se realizaba para ver y ubicar ¿cuáles eran los problemas que atender y cómo preparamos para enfrentarlos?, ¿Cuáles eran los problemas prioritarios?, se llegó a la conclusión con base en la historia, que el problema básico a atender –porque de él derivan los demás problemas, y que a su vez es el factor que debe solucionarlos– se llama o es la economía. Esta como motor del mundo en cualquier aspecto que se quiera observar.
Entonces, se dijo vamos hacia ese tema para orientarnos, aun los que no tenemos ideas sobre la economía. Hay muchas formas de ver la economía, hay múltiples escuelas al respecto, y hay a su vez economistas de todos los colores, de todas las teorías, y de todas las épocas, entre ellos, muchos respetables por la seriedad de sus opiniones, tanto nacionales como extranjeros.
Me atrevo a comentarles, porque me dijo un amigo, que yo pertenezco a la escuela de economía más importante: la escuela del sentido común, principio que lo considero inseparable de la verdad; escuela que no existe en ninguna institución educativa, pero sí existen filósofos o economistas que fundaron sus teorías con base en el sentido común, sin alejarse de la verdad.
En estos tiempos el sentido común tiene sus principios económicos; cuida de los pequeños gastos, porque un pequeño agujero hunde un barco. “La economía consiste en saber gastar, y el ahorro, en saber guardar”.
Mucha verdad, no se le olvide ser economista del sentido común. Es prudente conocer economistas importantes que han influido en el caminar del mundo especialmente en épocas de crisis, todos ellos con razones suficientes para combatir miseria y pobreza, para equilibrar en lo posible el caminar de la sociedad, desde fenómenos de la producción y del consumo, entre otros muchos temas. La economía como fenómeno social se da desde los orígenes de la humanidad.
Todos los seres llevamos a cabo actos que trascienden al mundo económico, así observamos que: El creador de la ciencia económica fue Adam Smith (hay que leerlo),considerado además como el padre de la ideología clásica del capitalismo, el liberalismo económico; su libro La riqueza de las naciones es la obra clásica de la teoría económica.
El autor nos explica que la economía se rige por “la mano invisible”, es decir, que nadie se meta porque la economía por propia naturaleza se rige por sí misma, el mercado se autoregula.
Como ejemplo está la ley de la oferta y la demanda; esto último es un criterio importante, pero el sentido común dice: no consumas lo que no te hace falta, aunque esté barato. El egoísmo del ser humano es la clave del bienestar de la sociedad, nos dice Smith. Para que la economía funcione no se debe basar en la caridad, porque todos persiguen sus intereses: enriquecerse. La caridad es buena, pero no para la economía.
Esta es una tesis del liberalismo económico. El riesgo de este criterio es que se desprotege a las personas que no tienen los medios o mecanismos de supervivencia. Esto requiere muchísimos comentarios y serias advertencias que nos toca conocer si deseamos una tranquila supervivencia.
Otro autor es John Maynard Keynes, de quien también deben leer su libro Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, es la obra más importante del siglo XX. Apoya la inversión privada y que el gobierno debe ser inversionista solo cuando no pueda hacerlo el privado, y de ser necesario, contraer crédito. Así, habrá demanda y aumento de la producción, por tanto, se estabiliza la economía. Después de la segunda guerra mundial, fueron las teorías económicas de Keynes, las que impulsaron el gran desarrollo de Estados Unidos, Inglaterra y Alemania fundamentalmente.
En fin, mucho se puede decir de la economía, como del libro de Carlos Marx El Capital, que dominó el panorama cultural económico del siglo XX, y que proponía la abolición de la propiedad privada y de los medios de producción. Desde luego existen muchas buenos autores de libros, los que señalados son con el fin de que ellos expresaron sus ideas en su tiempo, ahora a usted le toca ser su propio economista, porque no hay de otra.
La idea también es que usted sea un ser libre, que no puede ni se debe encadenar a ideas ajenas; a usted le toca decidir ser libre y crear su propia identidad con libertad y dignidad, oportunidad que le da el sentido común. En esta crisis usted decida si deja que su economía camine sola, (Smith) o usted toma algunas decisiones (Keynes) o con sentido común, use los dos criterios al mismo tiempo.
Desde luego la economía es compleja, frente a todos esto tenemos que tener una idea de los fenómenos sociales y enfrentan nuestros propios problemas, con el principio que da solidez económica, y que se conoce como sentido común, más ahora que está el virus, que implica un reto a la mente humana y al bolsillo en todas sus formas, y que desequilibran todos los principios económicos.
La economía siempre será para mujeres y hombres que tengan iniciativa propia, que piensen en asumir riesgos, que planifiquen y tengan espíritu de equipo, ya no se puede actuar solo en materia de inversión económica.
Lea por favor el título de este tema y lo dicho por el autor francés Víctor Hugo. Hoy olvídese del “porque yo lo valgo, gasto mi dinero” o retire de su mente el “gasto, luego existo”. Mejor piense para que exista, como lo recomendó el filósofo de todos los tiempos Descartes y aléjese de la base “pagar o ser pagado” y acuérdese de Shakespeare “ser o no ser”, autores que sin querer queriendo son amigos de la verdad y el sentido común.
La sabiduría del sentido común nos dice: “el que sabe gastar y ahorrar es el más feliz, porque disfruta de ambos casos”. Cuide su trabajo, cuide su dinero, cuide su porvenir y su familia; no hago caso de ofertas que lesionen su economía, porque Napoleón nos dijo “No es la fe lo único que lo puede salvar, es la desconfianza”.
El sentido común se rodea y nutre de la verdad, de la experiencia, de la razón, de la lógica práctica, se aleja de “las corazonadas”, y se acerca más a la prudencia, y se nutre del trabajo, y del sentido de responsabilidad que crean la visión y la objetividad de una verdadera oportunidad para su economía. El sentido común económico nos dice “guarde lo necesario”, “sea prudente con su economía” y ni modo, hay que trabajar más.
El hombre más rico del mundo Jeff Bezos, creador de Amazon la tienda virtual más grande del mundo no es economista, es ingeniero en electrónica y computación. Con esfuerzo, trabajo, tenacidad, fracasos, con austeridad e innovación, diría yo sentido común, y dejando “salir todos sus miedos” hoy mueve al mundo económico. Hay que maravillarse de los grandes beneficios que está haciendo a favor de la humanidad.