Fernando Thompson de la Rosa / @cyberthompson
Al estar en línea buena parte de nuestras vidas, hemos creado en algún momento cuentas de servicios financieros, actividades comerciales y socialización. Lo hicimos principalmente para identificarnos. Es bien sabido que, en algunos casos, ya no es opción sino obligación, ¿no es así?
De ahí surge la necesidad de salvaguardar estos perfiles; se puede evitar abuso o robo por cibercriminales con contraseñas robustas.
Cuando alguien tiene acceso a tu contraseña, puede causar estragos incalculables en tu vida porque ahora tiene la posibilidad de apropiarse de tus datos. La gente mal intencionada puede comprar artículos en tus cuentas con tu dinero y, en casos extremos, pero no improbables, robar tu identidad.
Por más que las empresas tengan la responsabilidad de proteger la información de sus clientes para impedir robo de datos, debes asegurarte de que tus contraseñas sean seguras y evitar que sus cuentas sean pirateadas por ciberdelincuentes.
Aquí, ocho mecanismos para crear una contraseña, almacenarla y cambiarla cuando sea necesario:
Asegúrate de que la contraseña tenga una longitud de 12 o más caracteres. Si es difícil de recordar, ¡mucho mejor!
Incluye signos de puntuación. No te olvides de combinar letras mayúsculas y minúsculas al azar. Puedes optar por el uso de números a cambio de letras.
Ya no generes contraseñas con palabras comunes o memorables del diccionario ni arreglos de números consecutivos (password o 1234 por ejemplo).
Este hack vale oro. Nunca uses la misma contraseña en más de un servicio. No dudes en crear contraseñas ‘exclusivas’ para cada cuenta que generes, especialmente las más importantes.
Utiliza un administrador de contraseñas en línea que tenga buena reputación para mantenerlas seguras, si tienes problemas para recordar todas las que generas. Recuerda que la base de datos se cifrará y administrará mediante una contraseña maestra.
Instala antimalware que detectará cualquier intruso que lleve a cabo actividades sospechosas en una cuenta y dará una alerta de la amenaza.
Utiliza la autenticación multifactor para iniciar sesión en una cuenta. Esto no solo protege las cuentas de ser pirateadas; también alerta de cualquier intento de actividad sospechosa.
Actualiza tus dispositivos y software para evitar que los ciberdelincuentes se aprovechen de cualquier vulnerabilidad de la versión anterior.
Adicional a lo anterior, debes considerar que ser escéptico en estos entornos digitalizados es la clave para mantener tu información a salvo. Cuestiona mails y llamadas, verifica autenticidad de sitios; no descargues archivos porque sí.
Si no se siente confiable, o dudas de la información que te ha llegado, llama a la institución u organización real para obtener una aclaración.