Dr. José Manuel Nieto Jalil / Director del Departamento Regional de Ciencias en la Región Centro-Sur Tecnológico de Monterrey Campus Puebla
Hace 47 años, dos visionarios, Steve Jobs y Steve Wozniak, iniciaron su viaje en la industria de la tecnología cuando desarrollaron y comercializaron su primera computadora personal, el Apple I.
Este revolucionario dispositivo vio la luz en el modesto garaje de los padres de Steve Jobs en Los Altos, California, marcando un hito en la era de las computadoras personales y estableciendo los cimientos de la futura revolución de la informática personal.
Lo que Jobs y Wozniak no podían prever en ese momento es que estaban iniciando una de las empresas más valiosas del mundo. Actualmente, Apple Inc. ostenta una impresionante capitalización bursátil de alrededor de 2 billones de dólares.
Esta empresa se ha destacado como un gigante reconocido por la creación de productos no sólo eficientes, sino también elegantes e intuitivos, que transformaron la forma en que vivimos y trabajamos.
En la actualidad, nos encontramos en una era en la que estamos prácticamente inundados de reproductores de música MP3. Dispositivos como los teléfonos móviles o las PDA tienen la capacidad de reproducir este tipo de música, pero es importante recordar que todo esto tuvo un comienzo.
En algún momento, hubo un cambio significativo desde el clásico Walkman de casete, que marcó toda una generación. Hace 22 años, Steve Jobs dio un paso histórico al tomar el escenario y presentar al mundo el iPod.
En ese momento, el carismático cofundador de Apple pronunció palabras que cambiarían para siempre la forma en que concebimos la música: con el iPod, Apple ha inventado una categoría completamente nueva de reproductor musical digital que te permite llevar tu colección entera de música en tu bolsillo y escucharla en cualquier lugar.
Con el iPod, escuchar música nunca volverá a ser lo mismo.
Lo que hacía al iPod diferente no era sólo su capacidad para reproducir música, sino su enfoque revolucionario. Poseía una capacidad de almacenamiento asombrosa para su época; la primera versión podía albergar mil canciones, y en sus siguientes iteraciones, esta cifra se disparó a 4 mil y luego a 7 mil 500 canciones.
Además, su tamaño compacto y su facilidad de uso lo hicieron una elección ideal para los amantes de la música.
En el año de su lanzamiento, 2001, se vendieron 125 mil unidades de iPod, pero el récord de ventas se batió más adelante, con resultados asombrosos en 2007: entre octubre y diciembre de 2006, se vendieron más de 21 millones de unidades.
En abril de 2007, Apple celebraba la venta del iPod número 100 millones.
El lanzamiento y desarrollo de las diversas versiones del iPod representaron tres grandes revoluciones. La primera transformó la industria musical, que se encontraba en un oscuro período a principios de siglo debido a la piratería.
Las discográficas luchaban contra la distribución ilegal de música en línea, y los artistas demandaban a sus propios seguidores por descargar música de programas como Napster.
Sin embargo, con el iPod y la popularidad del reproductor, Apple ideó una nueva forma de vender música de manera legal y sencilla: iTunes.
Este modelo es ampliamente considerado como un segundo aire para la industria musical, al ofrecer canciones individuales a la venta por tan sólo 99 centavos de dólar cada una.
Un hito significativo en la historia de iTunes se produjo en 2004 cuando alcanzaron la asombrosa cifra de 200 millones de canciones descargadas. Además, iTunes amplió su alcance internacional, llegando a nuevos países como el Reino Unido, Francia y Alemania.
La segunda gran revolución se produjo en la forma en que el público comenzó a consumir música. El álbum tradicional ya no era el formato dominante; en su lugar, los consumidores comenzaron a comprar canciones individuales.
El iPod original tenía la capacidad de almacenar hasta mil canciones con calidad de CD en su disco de 5 GB, y ofrecía una función de protección contra saltos para que la música no se interrumpiera al usar el dispositivo durante actividades físicas.
Apple abrió así un nuevo capítulo en su historia, marcando la era de la movilidad, un camino que continuarían sus productos emblemáticos como el iPhone y el iPad. Apple decidió lanzar un producto que era similar a un teléfono inteligente, pero sin la capacidad de hacer llamadas.
De esta manera, nació el iPod touch, un dispositivo que, aunque compartía similitudes con el smartphone de la compañía, ha mantenido su relevancia hasta el día de hoy, gracias a las constantes actualizaciones de su diseño y funcionalidades.
El iPod touch se ha convertido en un auténtico centro de entretenimiento, equipado con características sorprendentes como conectividad WiFi, un navegador de Internet y una pantalla táctil.
Estas características ayudaron a consolidar a la empresa de la manzana como la líder en innovación y la empresa más valiosa del planeta.
Hoy en día, los smartphones han asumido el papel de reproductores de música, relegando al iPod y a otros dispositivos similares, pero la influencia de esa icónica caja blanca cuadrada, concebida por mentes brillantes como Steve Jobs, Jon Rubinstein, Tony Fadell y Jonathan Ive, sigue siendo innegable.
El paso de los años ha sido implacable para el iPod. Su legado dio lugar a una serie de dispositivos inteligentes que han marcado la pauta en la industria. El iPod es hoy mucho más que un simple dispositivo; es un verdadero ícono cultural, un símbolo del diseño y un cambio en los hábitos de consumo musical.
Aunque ha enfrentado una fuerte competencia en términos de características y precio, su impacto en el mundo de la música es indiscutible, y para algunos, es comparable al que tuvo el Walkman de Sony en su época.
El 5 de octubre de 2011, Apple Inc. atravesó por un momento crítico con la lamentable pérdida de su carismático y controvertido fundador, Steve Jobs. Después de una larga batalla contra el cáncer, Jobs dejó un legado incomparable en la compañía.
Él designó a Tim Cook como su sucesor, quien actualmente se desempeña como el CEO de Apple y trabaja incansablemente para mantener el espíritu de innovación en una empresa que, en ese momento, ya había cumplido más de 47 años desde su fundación.
La prematura muerte de Steve Jobs, a la edad de tan solo 56 años, privó al mundo de una mente brillante y visionaria. Steve Jobs, fue un visionario incomparable y un genio de la innovación, dejó un legado imborrable en la historia de la tecnología y el mundo.
Su incansable búsqueda de la perfección y su pasión por crear dispositivos revolucionarios transformaron la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos con la tecnología.
Sus contribuciones, desde el lanzamiento del iPod hasta la creación del iPhone y el iPad, han inspirado a generaciones y seguirán influyendo en nuestra vida diaria durante décadas.
Steve Jobs no sólo cambió la forma en que interactuamos con la tecnología, sino que también nos recordó la importancia de la creatividad, la innovación y la determinación.
Su legado perdura como uno de los mayores genios en la historia de la computación y la electrónica. El mundo es inconmensurablemente mejor gracias a la visión y creatividad de Steve Jobs.