Dr. Anselmo Salvador Chávez Capó / Profesor Investigador de la UPAEP
De acuerdo con Thomson, Reuters (s/f), el nearshoring es la estrategia de externalización por la que una empresa transfiere parte de su producción a terceros que, a pesar de ubicarse en otros países, están localizados en destinos cercanos y con una zona horaria semejante. Este proceso productivo mueve en sentido contrario lo que hasta antes de la pandemia era una práctica común, el offshoring, consistente en buscar locaciones de bajo costo tanto en materia prima como en mano de obra, con la finalidad de abaratar el costo de producción, con lo cual muchos de los proveedores de América están en Asia, siendo que China es uno de los más importantes.
Sin embargo, después de un largo periodo de bonanza económica, tanto para las empresas como para los países involucrados, la situación actual muestra una ruptura en las cadenas de producción, con lo cual se han generado cuellos de botella que impiden que la producción se normalice, y que muchas empresas se vean afectadas tanto en sus ventas como en su rentabilidad, por lo cual se está buscando una solución a largo plazo.
España (2023) señala que, considerando el nivel de incertidumbre que genera la turbulencia geopolítica actual, la puerta de salida de la industria manufacturera estadounidense de China tiene un nombre labrado que permite leer en su parte superior: México.
Se debe considerar que hay una gran variedad de factores está afectando el éxodo de China, entre los cuales los tres más importantes son: las tensiones comerciales entre China y EU, la pandemia de COVID-19 y el conflicto Rusia-Ucrania.
Todo esto ha llevado a que los costos de transporte de Asia a EU se incrementaran hasta 5.5 veces entre 2019 y 2022, lo que obliga a pensar en reubicar fábricas y centros de producción a nuestro país, aplicando el principio de nearshoring.
Tomando en cuenta lo anteriormente expuesto, México vive un momento de oportunidad que difícilmente volverá a repetirse: la integración comercial con América del Norte, que no es sólo un buen deseo, sino un proyecto que ya está en marcha a través de la relocalización de las cadenas de producción.
El propio Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda y Crédito Público, expuso sus razones al respecto, al indicar que el nearshoring es hoy una realidad que representa la oportunidad de impulsar la exportación, la inversión productiva, la generación de empleos y la mejora de los niveles de vida que nuestra población merece.
Afirmó que éste es un momento clave para diversificar nuestra industria e incursionar en otras nuevas, para identificar sectores y regiones que puedan apoyar la proveeduría y activar con éxito la inversión productiva.
En ese sentido, el funcionario expresó que el nearshoring obliga a revisar nuestras políticas públicas y privadas, a fin de potenciar nuestra capacidad de innovación, de generación de tecnología, de formación y capacitación de nuestros recursos humanos, de ubicación de nuevos parques industriales y de brindar un apoyo decisivo a las pequeñas y medianas empresas, dado el importante papel que desempeñan en nuestra economía.
La ocupación de parques industriales en México presentó una cifra récord durante el año pasado, impulsado por la relocalización de las cadenas de suministro de las empresas (nearshoring); sin embargo, el aumento de la demanda implica retos para el sector y el país en general, aseguró a su vez Sergio Argüelles, presidente de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP).
En este sentido Argüelles dijo que el año pasado fue un año extraordinario para el sector inmobiliario industrial, que justamente atiende las demandas de espacios de estas grandes empresas que buscan o buscaban su reubicación o su producción en nuestro país.
Hay que tomar en cuenta que los pronósticos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en palabra de Ramírez de la O, son muy optimistas, ya que señaló que los fundamentos macroeconómicos de México son sólidos y permiten avizorar que podemos sortear con éxito el incierto panorama que se vive en el contexto mundial.
Al respecto, destacó que en 2022 la actividad económica reportó un avance de 3% a tasa anual y pese a ese incierto panorama, estimó para el presente año, un crecimiento arriba de 3% anual. La demanda interna, agregó, continúa con un alto dinamismo, favorecida por el consumo e inversión bruta de privados, acumulando a noviembre un crecimiento anual de 2.6% y 5.3%, respectivamente.
En cuanto al empleo, resaltó que continuó aumentando por arriba de su nivel prepandemia, en línea con la mejora de las condiciones epidemiológicas, la movilidad de la población y la actividad económica, por lo cual, en 2022 se crearon más de 2 millones de puestos de trabajo, al tiempo que la tasa de desempleo alcanzó niveles históricamente bajos.
A manera de conclusión podemos considerar lo que señala España, cuando describe las ventajas de este proceso, ya que el nearshoring nos pone en una coyuntura histórica, una oportunidad que tal vez no volvamos a tener en generaciones.
Esta quizá sea la tercera llamada, una última cita con el desarrollo de nuestro país, dado el declive del histórico “bono demográfico” que ha favorecido a México en las últimas décadas. Es momento de tomar esta oportunidad en serio y de actuar en consecuencia, pues nuestro futuro depende de nuestras libertades empresariales, económicas y políticas, para las cual es necesario mantener a la democracia y sus instituciones más vivas que nunca, requiriendo de todos participación e involucramiento activo.