Dr. Anselmo Salvador Chávez Capó / Investigador UPAEP
A partir del surgimiento de la pandemia de COVID-19, que ocasionó la ruptura de las cadenas de distribución entre los centros productivos y los lugares de consumo, se aceleró el proceso de nearshoring en el cual las empresas reubican sus cadenas de producción desde otras regiones.
El fin es acercarlas a donde están sus principales mercados de consumo como Estados Unidos, con el que tenemos una frontera común de 3 mil 152 kilómetros, además de que contamos con mano de obra calificada y cierta infraestructura pero, sobre todo, de alianzas comerciales muy sólidas con muchas economías del mundo.
Esta oportunidad por la reubicación de las operaciones de empresas es un tema que le ha tocado a México de manera inesperada, ya que fue generada por conflictos comerciales entre China y Estados Unidos.
Por ello, elaborar políticas públicas que permitan aprovechar esta circunstancia representaría una enorme ventaja competitiva como nación ante otros países, de lo cual el Consejo Coordinador Empresarial ha estimado que México podría crecer al doble si aprovecha esta tendencia.
Considerando lo anterior, el gobierno de México expidió un decreto para intensificar las inversiones dentro del país, tanto nacionales como internacionales, en respuesta a la creciente tendencia de nearshoring a nivel mundial.
Este decreto incluye incentivos fiscales, diseñados específicamente para empresas interesadas en trasladar o ampliar sus operaciones en México, con enfoque en 10 sectores altamente exportadores de nuestro país.
Los incentivos fiscales presentados en el decreto se centran en dos aspectos esenciales.
El primero es una deducción acelerada de inversiones, que permite a las empresas en los sectores de alta tecnología e investigación y desarrollo reducir sus bases imponibles a una tasa del 56% al 89% durante un año.
Este incentivo busca aumentar la liquidez de las empresas y fomentar la reinversión.
El segundo es una deducción adicional del 25% que se aplicará durante tres años para cubrir los costos asociados con la capacitación del personal.
Esta medida subraya el compromiso del gobierno con la mejora continua de las habilidades y conocimientos de la fuerza laboral, promoviendo la innovación y la competitividad.
Estos incentivos no sólo buscan atraer inversiones, sino que también posicionan a México como un destino privilegiado para la reubicación de empresas en el escenario global, aprovechando sus fortalezas inherentes y consolidando su papel en la economía mundial.
Los sectores beneficiados han sido seleccionados minuciosamente, siguiendo criterios de alta productividad, apertura comercial, relevancia en la economía y potencial de demanda. Ellos son:
- Fabricación de partes para vehículos automotores
- Agroindustria
- Elaboración de productos farmacéuticos
- Desarrollo de otros equipos y accesorios eléctricos
- Producción de componentes electrónicos
- Creación de obras cinematográficas y audiovisuales
- Equipo no electrónico y material desechable de uso médico, dental y para laboratorio
- Fertilizantes, pesticidas y otros agroquímicos
- Equipo aeroespacial
- Objetos de medición, control, navegación y equipo médico electrónico.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el Censo Económico 2019, a precios de 2022, señala que el valor de la producción de los sectores estratégicos es de 4 billones de pesos, 14% del PIB total.
Adicionalmente estos sectores emplean a 2.6 millones de trabajadores y generan una inversión anual de 92 mil millones de pesos.
Finalmente resalta que este decreto, alineado con la política industrial realizada por la Secretaría de Economía en 2022, no sólo atraerá inversión sino también catalizará la innovación, la creación de empleos de alta calidad y, sobre todo, el desarrollo regional equitativo.
Hay que debatir los retos, así como los problemas que tenemos para aprovechar esta oportunidad, los que deberían estar atendiéndose a riesgo de perder la inercia.
Lo que se ha analizado poco es el enorme riesgo de que otros países nos ganen parte importante de este pastel si no hacemos ajustes inmediatos.
Se necesita entonces una agenda integral para lograr el propósito de atracción de estas cuantiosas inversiones.