Al pie de la letra
Rodolfo Rivera Pacheco
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Como pocas veces en la historia reciente, la lucha por la sucesión en la gubernatura de Puebla ha comenzado con bastante anticipación. Y, créanme, por ello hay variados escenarios en los que aún caben muchas posibilidades.
De entrada, porque hay suficientes precandidatos en varias opciones partidistas. Cada uno con más o menos probabilidad de hacer buen papel en la contienda del 1 de junio de 2024.
Pero, además, porque al día de hoy nadie sabe a ciencia cierta cuáles serán las posibles alianzas, contralianzas, partidos nuevos o si las coaliciones nacionales se pudieran repetir en Puebla o si aquí se darían escenarios diferentes.
Máxime que ahora se puede contender en alianzas o en solitario en cada elección; es decir, se puede ir en alianza de unos partidos para la Presidencia de la República, pero en otra para gobernador o en solitario para cargos legislativos y, desde luego, en otra para alcaldías… o sea, un verdadero galimatías electoral que puede confundir bastante a los votantes.
Por ejemplo, nadie puede asegurar hoy que la alianza de PAN con PRI y PRD se concretará con un solo candidato presidencial para 2024.
Además, nadie sabe si el candidato lo pondría el PAN, aceptarían un externo o bien, un personaje que llegara de improviso.
Si se diera la alianza PRI-PAN-PRD, me gustaría saber si los priistas aceptarán que sea un panista el abanderado y debieran apoyar a un personaje como Ricardo Anaya, un gobernador como Mauricio Vila o una “panista” como Lily Téllez, teniendo personajes tan preparados y con tanta experiencia como Beatríz Paredes, Claudia Ruiz Massieu o Enrique de la Madrid; vamos, hasta Alito Moreno.
Pero también se sabe que el PRI puede ir solo, una vez que hubiera un eventual apoyo a Morena en la reforma electoral. ¿Quién de los mencionados sería su candidato? Obviamente no ganaría, pero le haría el favor a Morena de dividir el voto opositor.
En Morena hoy es casi un hecho que la candidata presidencial es Claudia Sheinbaum y tiene las mejores tendencias partidistas a nivel nacional al día de hoy.
Pero no sabemos aún lo que harán Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal. ¿Y si en un escenario de locura Marcelo Ebrard rompe con Morena y logra convencer para ser el abanderado de una macroalianza de PAN-PRI-PRD-PVEM y hasta MC, con tal de ganarle a Morena y al presidente AMLO?
¿Verdad que entonces la contienda puede emparejarse y se le podría dar un buen susto a Sheinbaum? Es un escenario que anhelan personajes como Claudio X. González y muchos otros, aunque no estoy seguro de que aceptaran a Marcelo Ebrard como candidato. Pero todo puede ocurrir.
Obviamente, si Morena va con PT y PVEM, su candidata es Claudia Sheinbaum, Marcelo lo acepta y la oposición va dividida (PAN con PRD, PRI y MC solos por su lado), es la crónica de una victoria anunciada de Morena.
Ahora, intenten trasladar esos posibles escenarios a… Puebla.
Hoy es claro que Morena cuenta con las mejores preferencias (lo sé, lo saben… lo sabemos). Pero aún falta que se concrete la alianza de PAN-PRI-PRD.
Si rompen a nivel nacional, es un hecho que también lo harán en muchos estados, Puebla incluido.
¿Iría el PRI solo con un candidato propio? ¿Y MC? ¿Confirmaría que iría solo, como a nivel nacional ya lo dijo Dante Delgado o en Puebla sí podría ir en alianza con otros? ¿Con quiénes, ¿con el PAN o con el PRI o con ambos?
¿Y el PVEM va con Morena, cuando sus dirigentes han dicho que en las alcaldías irán solos? ¿El PT es un hecho que va con Morena? ¿Y si se enoja el Profe Alberto Anaya de que no le toquen buenas candidaturas y rompe con Morena en Puebla o en alcaldías?
Eso, en la posible contienda partidista. Pero en el ámbito de los candidatos las hipótesis también aumentan, pues tampoco sabemos quién será candidato a gobernador de cada una de las opciones (alianzas o partidos en solitario).
Por ejemplo, no sabemos si el principal precandidato del PAN será el edil Eduardo Rivera, quien seguramente analizará seriamente si se lanza, ante un eventual escenario en el que pierda irremediablemente. No sabemos tampoco si sería candidato de su partido en solitario o con aliados.
Desde luego, no sabemos quién sería el candidato del PRI si fuera solo. Menos el de MC. Y por supuesto no sabemos aún quién representará a Morena.
Si llegara a ser un candidato afín al gobernador, ¿los otros lo aceptarían tranquilamente o puede haber un escenario de ruptura y buscar la candidatura por otro partido o alianza?
¿Se imaginan a un aspirante de Morena (no del grupo del gobernador) enojado de no ser candidato y buscar serlo por una alianza de MC con PRI o hasta el PRD, nomás por hacer la maldad?
¿Verdad que cambian las visiones en cada uno de los escenarios probables?
La gran conclusión hoy es… que aún no podemos estar seguros de lo que pueda pasar. Cada escenario tiene distintas probabilidades de resultado y tenemos que medir una bola de combinaciones (partidos, candidatos, alianzas) para ver hipotéticamente qué pudiera ocurrir.
Y sí, ja, a eso nos dedicamos en el Buró de Estrategias y Análisis del Poder (BEAP SC).
Pero nadie puede hoy asegurar que todo está decidido. Mejor… midan. Luego no digan que no se los dijimos.
Queríamos competencia democrática, ¿no?