Hervey Rivera @herveyrivera
La designación de los próximos integrantes del gabinete, tanto a nivel federal como a nivel local –en el caso del estado de Puebla– me remite a un libro que ya hemos abordado en este espacio con anterioridad: Amistades, compromisos y lealtades: líderes y grupos políticos en el Estado de México, 1942-1993, El Colegio de México, 1998, del destacado profesor e investigador de El Colegio de México, Rogelio Hernández Rodríguez, uno de los especialistas de las élites políticas en el país.
En el texto mencionado, el académico explica la conformación de los grupos políticos en el Estado de México a través de sus gobiernos. Concretamente, describe cómo opera la conformación de los gabinetes.
Para ello, realiza y despliega entrevistas en las que obtiene información que le permite inferir que los colaboradores directos de un mandatario mexiquense son elegidos por una mezcla de los principios de amistad, de compromiso y de lealtad, como reza el título de la obra.
En el Estado de México, donde el Partido Revolucionario Institucional (PRI) gobernó durante décadas, se arraigó una cultura política y valores que aún perduran en el comportamiento de quienes detentan cargos públicos en la esfera nacional y en algunas entidades.
Con la irrupción del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que rompió con la hegemonía del PRI en aquel estado, será motivo de investigación en la academia si algunos de esos principios y prácticas prevalecen en al entidad más poblada del país.
En las actuales designaciones en el gabinete federal y el local se aprecia la cercanía y confianza que la presidente electa de la República y quien iniciará gubernatura el 14 de diciembre tomaron en cuenta con perfiles que los han acompañado en funciones de gobierno y políticas.
También se identifican algunos acuerdos con liderazgos y grupos políticos y una vertiente militante partidista. En cada gabinete puede sobresalir la formación y experiencia técnica por sobre la trayectoria política y una nueva variable que llegó para quedarse: el género.
De esta manera, con los nuevos tiempos de la preponderancia de la llamada cuarta transformación en la política nacional observamos que las prácticas políticas no difieren sustancialmente de las que se acostumbraban hace algunas décadas.