La semana pasada, los titulares de los noticieros incluían el anuncio del Reino Unido de tomar una serie de medidas que eliminan a Huawei de sus redes 5G. Con esto, aumenta la presión sobre los países de la Unión Europea, en un momento crucial para esta empresa, que continúa expandiéndose.
El dejar fuera a Huawei hasta 2027 tendrá beneficios para operadores de telecomunicaciones como Ericcson, Nokia, Vodafone, BT y Three, los cuales temían verse obligados a gastar miles de millones de libras para superar con rapidez a Huawei, que por mucho es el más adelantado.
Es más, los chinos ya están trabajando en 6G con inteligencia artificial. Es indudable que esta decisión retrasará el desarrollo de 5G en el Reino Unido, que ya había tomado la decisión de continuar pese a la petición anterior del presidente norteamericano.
El secretario de Cultura de Reino Unido, Oliver Dowden, dijo que se retrasaría entre dos y tres años y con costos adicionales de hasta 2 mil 500 millones de dólares. Recordemos que también la red social TikTok se encuentra en escrutinio también por un tema relacionado con supuestos asuntos de seguridad.
Nuevamente los norteamericanos se quedan atrás de los chinos, ahí su temor. En enero de este año, Reino Unido había anunciado que permitiría a la compañía de tecnológica china participar en la instalación de su red 5G, pero con restricciones, muy a pesar de los consejos y presión de Estados Unidos, en el contexto de bloquear a la empresa por supuestas razones de seguridad.
El cambio de opinión se da como consecuencia de la indignación en Londres por la nueva ley de seguridad que ha impuesto China en Hong Kong, y la percepción de que Pekín no ha dicho toda la verdad sobre el coronavirus, dos temas políticos que no tienen que ver nada con tecnología.
Una razón adicional –que también se comenta– es el impacto de las nuevas sanciones de Estados Unidos sobre la tecnología de los chips, que afecta a la capacidad de Huawei para seguir siendo un proveedor fiable.
Robert O’Brien, asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, viajó el pasado lunes para mantener tres días de conversaciones con sus homólogos de Francia, Alemania, Italia y Reino Unido.
Huawei sigue participando estrechamente, tanto en las redes de 4G existentes como en el despliegue previsto de 5G, por ejemplo, en Suecia, España, Austria y Hungría. En ese mismo orden, el jefe de la autoridad francesa de seguridad cibernética ha descartado la prohibición total de Huawei y la alemana Deutsche Telekom, el mayor cliente de Huawei en Europa, ha argumentado firmemente en contra de cualquier prohibición total.
El argumento de Estados Unidos se refiere a la Ley de Inteligencia Nacional de China de 2017, en la que se establece que las organizaciones deben “apoyar, cooperar y colaborar en el trabajo de inteligencia nacional”, significa que Pekín podría obligar a Huawei a hacer espionaje.
Algo a lo que la emprea ha respondido que no le han solicitado y que se negaría rotundamente a hacer. Aunado al bloqueo anunciado el pasado martes en rueda de prensa, el Departamento de Estado de Estados Unidos anunció la imposición de restricciones de visas contra ciertos empleados de empresas de tecnologías chinas como Huawei, “que dan apoyo material a regímenes que participan en violaciones de los derechos humanos y abusos”.
Como resultado, China advirtió que “tomará una serie de medidas para defender los intereses legítimos de las empresas chinas” y “habrá que pagar un precio” por esta decisión, aseguró a la prensa la portavoz del ministerio chino de Exteriores, sin dar más detalles.
A pesar de todo esto, Huawei es muy popular en Europa y está liderando la batalla por el control de las redes 5G, que permiten navegar por internet con mucha más velocidad y que podrían cambiar por completo nuestras vidas, facilitando el desarrollo de vehículos autónomos y técnicas para hacer cirugía por control remoto, entre otros. Muy lejos en tecnología están compañías como Cisco, Dell o HPE contra la distancia que tecnológicamente les lleva Huawei.