Dr. Anselmo Salvador Chávez Capó / Catedrático Investigador UPAEP
La competitividad es aquella capacidad que posee un individuo, empresa o entidad pública para posicionarse por delante de sus competidores, consiguiendo una mejor posición frente a ellos.
Se basa en generar ventajas competitivas frente a las demás entidades; es decir, disponer de uno o varios factores que le permitan destacarse y colocarse por encima del resto.
Con la finalidad de medir esta capacidad a nivel estatal, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), desde hace 18 años realiza el Índice de Competitividad Estatal (ICE), cuyo informe publicó el pasado 16 de mayo para evaluar las fortalezas y debilidades de las 32 entidades del país a fin de promover políticas públicas que impulsen la atracción, generación y retención de talento e inversión.
En esa medición, que incluye nueve componentes principales, a nivel nacional el Estado de Puebla ocupa el lugar 28, lo que significa que tiene una competitividad media baja.
A continuación, se presentan los resultados de los seis ejes en función de los cuales se mide la competitividad.
- Innovación y economía: evalúa las características de las dinámicas y sectores presentes en las entidades.
Considera también la capacidad para competir con éxito en la economía, especialmente en sectores de alto valor agregado, intensivos en conocimiento y tecnología de punta.
Se evalúa la habilidad para generar y aplicar conocimiento nuevo, el contexto de investigación y la generación de patentes. En este componente que maneja nueve variables, Puebla ocupa el lugar 19. - Infraestructura: mide a los sectores financiero, de telecomunicaciones y de transporte. Estos sectores son necesarios para impulsar el crecimiento económico, la inversión y la generación de empleo al incidir en otros sectores de la economía.
Este subíndice considera indicadores relacionados con el acceso a tecnologías de la información y la comunicación, así como el uso de los servicios financieros. Este componente maneja ocho variables y Puebla ocupa el lugar 23. - Mercado de trabajo: mide la eficiencia del principal factor de producción, que es el capital humano.
En específico, se consideran características que son esenciales para el adecuado desempeño de trabajadores y empleadores, determinantes para establecer condiciones de crecimiento y desarrollo en cada una de las entidades
federativas.
Aquellas entidades en las que los trabajadores están más y mejor capacitados y los salarios son más competitivos son más atractivas para el talento y la inversión.
Este componente maneja 10 variables; Puebla ocupa el lugar 28. - Sociedad y medio ambiente: mide la calidad de vida de los habitantes a través de tres áreas: educación, salud y medio ambiente.
Éstas dan un indicio de las oportunidades que existen para formar, atraer y aprovechar el capital humano.
Una entidad que ofrece mejores oportunidades de progreso y movilidad social ascendente para su población es más atractiva para el talento y las inversiones.
Este componente maneja nueve variables; Puebla ocupa el lugar 30. - Derecho: mide la seguridad pública en las entidades.
La seguridad está estrechamente ligada a la calidad de vida de los ciudadanos, ya que previene y elimina aquellas amenazas a las libertades, el orden y la paz pública, salvaguardando la integridad física y los derechos de las
personas.
Un Estado de Derecho funcional genera condiciones favorables para la atracción y retención de talento. Este componente maneja siete variables; Puebla ocupa el lugar 29. - Sistema político y gobiernos: evalúa tanto el potencial de estabilidad y funcionalidad de los sistemas políticos locales como la capacidad de los gobiernos locales para influir positivamente en la competitividad de sus entidades.
Un sistema político funcional puede estimular la inversión al crear un entorno de competencia saludable y cumplimiento contractual.
Asimismo, favorece la implementación de políticas públicas que promuevan el desarrollo económico local.
Este componente maneja siete variables; Puebla ocupa el lugar 18.
Por tanto, los resultados del Índice de Competitividad Estatal 2024 muestran que Puebla posee ventajas competitivas, cuenta con un nivel relativamente bajo de endeudamiento como porcentaje de sus ingresos totales, además de que está entre los primeros puestos en la participación de las mujeres económicamente activas, así como el lugar 6 en diversificación económica.
Sus áreas de oportunidad se encuentran en la seguridad, ya que es la entidad con la mayor tasa de robo de vehículos, y en la de salud, considerando que es el lugar 31 con personal médico con especialidad, así como el lugar 28 en acceso a instituciones de salud y siendo el 26 en esperanza de vida.
Por lo anterior, se considera que la competitividad del estado es media baja y de ahí que el gobierno entrante enfrenta grandes retos.
Adicional a ello, en esta evaluación el estado únicamente subió un lugar con respecto al año anterior y el hecho de que cuente con una ubicación geográfica privilegiada, los clústeres automotrices, así como con los centros educativos más importantes de la República y una gran área de oportunidad en el sector agroindustrial, implica la necesidad de establecer políticas públicas que permitan tanto el desarrollo humano, como el social y el económico para alcanzar mejores niveles de competitividad y hacerla atractiva para el nuevo reto y oportunidad que presenta el nearshoring.