Rocío García Olmedo
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Una vasta referencia histórica de los protagonistas de la Guerra de Independencia hemos conocido desde que éramos niñas o niños.
Han sido analizados. La historiadora Patricia Galeana indica que ahora se investigan sucesos regionales, comportamientos de los actores sociales y también se les estudia des- de sus consecuencias, de ahí las innumerables visiones plasmadas en ensayos, monografías y libros que se han producido.
Los varones que tuvieron un papel preponderante en el movimiento Insurgente de México que dio paso a la Guerra de Independencia han sido reconocidos como héroes: Hidalgo, Allende, Morelos entre muchos otros. Parecía que las mujeres habían estado ausentes.
La historiografía no las había tomado en cuenta, pero nuevos estudios han referido el papel de ellas en este movimiento, permitiendo su visibilidad, aunque aún quedan muchas en el anonimato.
En esa época, las mujeres estaban dedicadas al espacio de lo doméstico y a función reproductiva; eso las mantenía bajo control. Las de clase alta y media sabían leer, no necesariamente escribir. Las de clase baja, ni lo uno ni lo otro, y además se enfrentaban a desigualdad y a pobreza; “dedicadas al hogar, al convento y a la iglesia.”
Recordemos que la iglesia era la encargada también de la instrucción escolar que, por supuesto, era religiosa.
En ese contexto ocurre la insurgencia de las mujeres: aportando dinero, sirviendo de correo, de informadoras. Han sido rescatadas las aportaciones de Josefa Ortiz de Domínguez que desde la organización del movimiento junto con su esposo participó directamente, Leona Vicario, que por su formación contribuyó de manera efectiva como espía; La Güera Rodríguez, considerada transgresora al deber femenino; Gertrudis Bocanegra, quien fue fusilada.
En menor medida se reconoce a Mariana Rodríguez del Toro, que junto con su esposo dio dinero y organizó una conspiración fallida para rescatar a Hidalgo cuando fue detenido inicio de nueve años de cárcel.
En el campo de batalla, la participación de mujeres tuvo consecuencias: fueron reprendidas, detenidas, encarceladas y muchas de ellas fusiladas.
Sirvieron como enfermeras, cuidaron a los huérfanos de guerra, abastecían de alimentos, eran guías en caminos y veredas.
“Hubo mujeres que ocultaron en sus casas a los insurgentes perseguidos, otras prestaron sus casas a las tropas rebeldes, para que en ellas descansaran y se alimentaran, unas más proporcionaron animales de carga y caballos para la guerra insurgente… pocas han sido rescatadas del olvido y, peor aún, nunca se ha reconocido la importancia que tuvieron sus acciones”.
La investigadora María J. Rodríguez Guerrero nos recuerda algunos nombres: Antonia Nava, Catalina González, María Soto La Marina, Luisa Martínez, María Petra Teruel de Velazco, Ana García, las hermanas González y las Hermanas Moreno, Francisca y Magdalena Godos, que fueron fusiladas; Tomasa Estévez, Bernarda Espinoza, las mujeres de Pénjamo, Altagracia Mercado.
El Diccionario de la Insurgencia de José María Miguel V. ha ido registrando la participación activa o pasiva de las mujeres.
Considera los nombres de las poblanas María Fermina Rivera, Altagracia Mercado, Prisca Martina de Ocampo y Manuela Medina, que demostraron un gran compromiso en el campo de batalla por la causa de la Independencia.
Aunque las mujeres retornaron al espacio doméstico, su aportación posibilitó los cambios para su inclusión en los movimien- tos sociales posteriores.
Las mujeres insurgentes defendieron la libertad y la independencia.
Estos valores se materializan ahora, al haberse aprobado una Reforma Judicial impuesta, que pone en riesgo la independencia del Poder Judicial, colocando al Poder Ejecutivo como juez y parte por encima de los otros Poderes del Estado, contrario al principio de separación de Poderes.
Por si esto no fuera suficiente, lo hace mediante prácticas de cohecho contradictorias a lo que sostenían que serían erradicadas del Poder Judicial: impunidad, canonjías y corrupción en beneficio de algunos actores políticos.
Me parece que los Valores y Principios de Libertad e Independencia por los que lucharon las mujeres insurgentes requieren ser retomados, tras este tipo de políticas regresivas.