Anselmo Salvador Chávez Capó / Profesor Investigador de la UPAEP
Un fantasma recorre el mundo en este periodo postpandemia: la inflación.
Como ya se ha comentado en este espacio, este fenómeno es consecuencia de la ruptura en la cadena de suministro a nivel mundial en el transporte y logística, lo que da como resultado que el incremento en las materias primas se mantenga constante durante este año, sin embargo, la preocupación es el impulso que ha presentado y su persistencia en economías que hacía mucho no veían este fenómeno con preocupación.
En Estados Unidos, de acuerdo con los datos más recientes, la inflación anualizada a enero de 2022 es de 7.5% con respecto al mismo mes del año anterior (cifra más alta observada en los últimos 40 años).
Por su parte, en México, a enero de 2022, esta variable económica en este mismo periodo se ha reportado con 7.07% (cifra más alta observada en los últimos 20 años), situación que se ha observado también en la Eurozona, Reino Unido, Brasil Chile y muchos más.
El consenso entre los analistas señala que la inflación comenzará a ceder a lo largo del año, el problema es que no se ve para cuando.
Como respuesta a este fenómeno inflacionario, un amplio número de economías emergentes continuaron incrementando sus tasas de referencia.
Considerando lo anterior, la Junta de Gobierno de Banxico evaluó la magnitud y diversidad de los choques que han afectado a la inflación y sus determinantes, el riesgo de que se contaminen las expectativas de mediano y largo plazos y la formación de precios, así como los mayores retos ante el apretamiento de las condiciones monetarias y financieras globales.
Con base en ello decidió, en esta ocasión, incrementar en 50 puntos base el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día, a un nivel de 6.0%. Con esta acción, la postura de política monetaria se ajusta a la trayectoria que se requiere para que la inflación converja a su meta de 3% dentro del horizonte de pronóstico.
Finalmente, conviene señalar que entre los riesgos globales destacan los asociados a la pandemia, las presiones inflacionarias, tensiones geopolíticas y ajustes a las condiciones monetarias y financieras, de allí la importancia que el Banco Central Mexicano tome decisiones que le permitan cumplir su misión de mantener una inflación baja y estable, decisión difícil y con un costo para la población en general, debido a que esto encarece el costo del dinero, pero de no tomarse, la posibilidad de que la inflación inicie una espiral ascendente hasta llegar a niveles incontrolables tendría un costo más alto para la población, y les aseguro que es un fenómeno económico que a ningún país le gustaría experimentar.