Notas para una defensa de emergencia
Silvino Vergara Nava
Autodefensas si, extorsión no
Pinta en los microbuses
del Estado de México,
1 de agosto de 2023
El miedo nunca se nos va a quitar
y el valor nunca nos va a llegar;
el que muere de miedo
muere todos los días,
el que no tiene miedo muere una sola vez
José Manuel Mireles Valverde
Líder de autodefensas en Michoacán
(1958-2020)
En los primeros días de agosto se llegó al tope de la tolerancia por parte de los chóferes y concesionarios de las rutas colectivas en el Estado de México, de paso los propios usuarios de esos servicios que son las principales víctimas de hechos delictivos.
Esto, particularmente, en las regiones de Tepotzotlán, Tlalnepantla y Ecatepec.
A decir de los datos del Inegi de 2022, estos municipios son la región que mayor número de robos se presentan a diario de todo el territorio nacional tanto a transeúntes, como a usuarios del transporte público.
Ante ello, esa tolerancia se acabó y entre todos los afectados conformaron sus autodefensas.
Es decir, van teniendo sus propias guardias de seguridad para estar vigilando las rutas, los caminos, las calles, microbuses, en donde con mayor frecuencia sufren de estos asaltos.
Aunado a eso, también son víctimas de extorsiones policíacas, que en ocasiones son más costosas, en términos patrimoniales que los asaltos.
Llegar a la organización de las autodefensas en una región del país es una muestra de la incapacidad de las instituciones de vigilancia y de seguridad del Estado.
También de los órganos competentes municipales, estatales y federales que aparentemente persiguen los delitos, pero más aún, es una muestra del grado de corrupción al que se ha llegado y que no se detiene, por el contrario, se permite que continúe, e incluso que se incremente.
Desde luego que si esto sucede a las puertas de la Ciudad de México, como es el caso de estos municipios aledaños a la capital de la República, es una muestra aún más grave de que estamos viviendo en el territorio nacional ante un Estado ausente.
Se puede decir que el Estado ausente es aquel en donde las instituciones que lo conforman, lejos de tutelar los derechos de los gobernados, dejan a la población a su suerte.
Esto es propiamente lo que ha estado sucediendo en muchos de los rincones del país, como las autodefensas en Michoacán y sus dos líderes emblemáticos que ya fallecieron.
O bien, las que se han conformado en Tamaulipas y el norte de Veracruz, pero el que se hayan constituido en las puertas de la Ciudad de México es algo ya de suma gravedad.
Esto demuestra que estamos ante ese Estado ausente, en donde lo que sucede es que las instituciones existen, allí están, se encuentran perfectamente conformadas, pero sus facultades y competencias las utilizan para otra cosa.
En parte, porque muchas de éstas se encuentran sumamente burocratizadas, por lo cual, para poder llevar a cabo una acción el proceso es tan complejo en la tramitología interna que hace imposible el cumplimiento de sus fines.
La otra justificación de este Estado ausente es que muchas de sus instituciones están colmadas de personal improvisado, que se encuentra en cargos públicos y que no les interesa más que su quincena.
O bien, que se encuentran de forma transitoria, en lo que encuentran otro escalafón o un mejor trabajo.
Por ende, como no hay carrera civil, en donde vayan subiendo de cargo los más capacitados, esto repercute en el quehacer de la propia institución.
Y la razón principal por la cual esas instituciones del Estado no funcionan es por la corrupción, no se ha realizado algo al respecto, el combate a la corrupción se trata de un discurso en la palestra del Palacio Nacional
Esta situación se ha incrementado a más no poder y, por ende, cada una de estas instituciones desafortunadamente se vuelven la oportunidad de “hacer negocio” con las funciones y los servicios que prestan.
Desde luego que lo que aún mantiene algo de funcionamiento de esas instituciones es aquel sector del personal responsable, que tiene vocación por el servicio, a pesar de que muchas ocasiones el mismo sistema los intenta llevar a caminos diferentes.
Lo cierto es que estas noticias de que se van conformando autodefensas en varias regiones del país no es algo que se debe dejar a un lado.
Se necesitan atender urgentemente por las propias instituciones del Estado.
Esto, si es que no se desea que todo el territorio nacional esté cundido de dichos grupos y, como consecuencia, de un Estado ausente nacional.