Rocío García Olmedo/ @rgolmedo/ [email protected]/ [email protected]/ rociogarciaolmedo.blogspot.mx/ Palabra de Mujer Atlixco/ rociogarciaolmedo.com
Palabra de mujer
Estamos en la víspera de las conmemoraciones del 5 de mayo, fecha que para Puebla, el país, para muchas ciudades en Estados Unidos y otras en el mundo significa la organización de grandes festejos. Conmemoramos la Batalla de Puebla de 1862.
Aun cuando en Estados Unidos la vacunación va muy adelantada, como en el año anterior, para mayor seguridad no habrá desfiles, pero sí se harán ceremonias que forman parte de esas tradiciones que no pierden nuestros paisanos poblanos en el extranjero, con las que inculcan el origen y el orgullo de ser mexicanos y poblanos a sus nuevas generaciones nacidas allá. En aquella época, Zaragoza libró una cruenta batalla en contra del ejército más poderoso del mundo.
A 159 años, los mexicanos de allá y de acá libramos nuevas batallas. Una de ellas, la todavía no superada de salud por la pandemia de COVID-19. Datos oficiales del gobierno del estado de Puebla revelan que han fallecido 660 migrantes poblanos en Estados Unidos; en Puebla, el número asciende a 11 mil 809.
Allá, la batalla por la reforma migratoria, que puede ayudar a muchos mexicanos/as y también a latinoamericanos/as. Acá, por la falta de programas para reactivar la economía del país. Mucho ha favorecido, para que no caiga más nuestra economía, el envío de remesas que llega a México, producto del trabajo de las/os migrantes que envían a sus familias.
Datos del Banco de México (Banxico) señalan que México recibió 6 mil 471 millones de dólares entre enero y febrero de este año. Puebla destaca entre las tres entidades del país que más recibieron.
En esas nuevas batallas hay una que se está presentando de manera peligrosa y que sin duda trastocará al país entero por las consecuencias irreparables que puede llegar a tener. Se trata de los cambios constitucionales recién aprobados, específicamente en materia de ampliación del periodo del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que deviene en múltiples interpretaciones aunque quieran ocultarlo.
Se suma esa retórica de la “elocuente” interpretación entre justicia y ley, dicha en la más alta tribuna de la nación hace unos días por un diputado poblano. Seguramente don Ignacio Zaragoza, si hoy viviera y actuara en esta época, se avergonzaría como muchos de nosotros.
Rescato lo escrito por Francisco Valdés: “El Estado de Derecho y el apego a la ley son la condición de la deliberación pública y la acción política; por ello, son los únicos que salvan a la democracia de degradarse en despotismo” (El Universal 02/05/2021).
Cuidado con estas violaciones constitucionales. Cuidado con las amenazas permanentes, muchas de ellas cumplidas, del desmantelamiento de instituciones, que pretende tirar por la borda todo ese gran legado histórico que ha costado muchas vidas y décadas y que ha permitido la construcción de nuestro país, porque peligrosamente se encaminan a la instalación de un poder ciego y absoluto que desemboca en estados autoritarios o totalitarios. Hay ejemplos de ello actualmente.
En México no lo queremos, ni los mexicanos y poblanos de ayer –como lo demostraron frente a los invasores extranjeros y ahí el legado de don Ignacio Zaragoza–, ni lo permitiremos los mexicanos y poblanos de hoy.
Y por ello, en la víspera de la conmemoración de la Batalla de Puebla, que nos honra a los poblanos, tenemos una batalla más que dar: la del próximo 6 de junio. Todas/os a votar.