Por: Lic. Guillermo Pacheco Pulido
Es relativo
En estos tiempos difíciles en todos los sentidos, en todo el mundo con guerras, violencia, pandemia, narcotráfico, cambios económicos perjudicando a la mayor parte de la población y muchas cosas más que no sólo afectan nuestro entorno sino directamente a nosotros mismos, es muy sano y necesario transmitir pensamientos que nos hagan ver la vida desde ángulos positivos.
Señaló lo anterior porque tengo en mis manos un libro intitulado El entusiasmo como motor del éxito escrito por el doctor Ramón Martínez Lara.
Nos habla de más de cien temas sobre el entusiasmo, nos explica que éste nace en nuestra mente, se le vincula con la tensión nerviosa, y nos expone su poder curativo, como una buena medicina que ayuda a la salud y resuelve los problemas; el entusiasmo se contagia, nos hace ser nuestro propio psiquiatra, nos da confianza y la crea en nosotros mismos.
Los temas que trata son de mucha enseñanza para mantener nuestro equilibrio emocional en todos los aspectos:
Nos dice que debería existir el undécimo mandamiento que expresara: “utilizar al máximo tus talentos”.
Esto significa, en otras palabras, liberar al hombre de sus ataduras mentales para no desarrollar, para no progresar en todas sus posibilidades existentes en su interior y exterior. Liberación de temores, del sentido de la inferioridad y las dudas sobre sí mismo a los que se encuentran prisioneros del desprecio a sí mismos.
Nos habla el autor de Siete pasos capitales para un nuevo comienzo ante una derrota:
- Deja de despreciarte. Hay cosas positivas en ti. Estás en pleno disfrute de la misma capacidad de antes. Olvida de tu mente los errores, los fracasos y equivocaciones y comienza a respetarte a ti mismo.
- Deja fuera la autocompasión. Piensa en lo que has logrado, en vez de meditar en lo que has perdido, haz una lista de tus éxitos y de tus auténticos valores.
- Haz a un lado el egoísmo. Deja de pensar sólo en ti mismo, piensan ayudar a los demás. Busca una persona que necesite la clase de apoyo que puedas darle y realmente auxíliala. Jamás disfrutarás de verdadera abundancia si tus pensamientos se concentran sólo en ti.
- Recuerda a Goethe, quien dijo: “El que tiene una voluntad firme, moldea el mundo según él mismo”. Dios puso en los seres humanos una auténtica fuerza que llamamos la voluntad, utilízala.
- Fíjate una meta, y márcate el tiempo para conseguirla.
- Deja de malgastar la energía mental preocupándote y examinando a conciencia lo ya realizado, y comienza a pensar en lo que haces ahora. Piensa de modo constructivo y te sucederán las cosas más asombrosas que te puedas imaginar.
- Por último, cada mañana y cada noche, durante toda la vida, pronuncia estas palabras: “puedo hacerlo todo, mediante la fuerza espiritual de mi ser porque deseo hacerlo y de la mejor manera”.
Haga usted lo anterior y convertirá las derrotas en victorias, avanzará en la vida con éxito con el poder del entusiasmo.
Necesitamos desarrollar un hombre y mujer de los tiempos del futuro en toda la extensión del término, no sólo eminentes y destacados científicos, sino también gigantes y líderes morales para que la vida adquiera su real significado.
El entusiasmo no es una meta, sino un permanente camino de la vida que aspira la felicidad.