Palabra de Mujer
Rocío García Olmedo
El principio de equidad en México ha sido roto en varias vías. Las noticias actuales las están dando los diversos personajes que quieren ocupar cargos de elección popular por Morena, ya no sólo para la Presidencia de la República, también para otras posiciones.
Todos, por supuesto, adelantados a los tiempos que marca la normativa electoral y encubiertos con engaños, ahora son “coordinadores de la continuación de la transformación” en lugar de precandidatos o precandidata.
Acostumbrados ya estamos en este sexenio a la simulación, al engaño, a la mentira, así como a la violación de leyes permanentemente.
Pero adelantar el periodo de las precampañas que por ley inician en el país hasta el mes de noviembre de este año, incluso haciendo a un lado la fiscalización de los recursos que se usen para su proceso, presenta una característica más que hay que visibilizar, rompe el principio de equidad.
Y esto no sólo entre ellos y ella, ya roto por la evidencia de que no han tenido un piso parejo; sino también porque adelantar el proceso electoral simulando una selección interna fuera de tiempo afecta el principio de equidad con el resto de los partidos políticos que contenderán en el mismo proceso electoral 2024.
Tan grave como lo anterior es escuchar la primera tanda de nombres de personas que también aspiran a algún cargo de elección popular en el que sobresale la salida inminente del cargo, del titular del IMSS-Bienestar al declarar que quiere ser candidato a gobernador.
Ello no porque haya sido un eficaz y eficiente titular, sus resultados hablan por sí solos, sino porque esta salida, anticipada seguramente, de quien supuestamente era el responsable de la implementación de esa “nueva propuesta de sistema de salud” en México una vez que cancelaron el Seguro Popular y que crearon el fallido Insabi que también cancelaron para dar paso al proyecto IMSS-Bienestar.
Este último programa fue presentado como el modelo de atención integral a la salud para el bienestar y también nos dijeron sería como el sistema de salud de Dinamarca.
Si de por sí tanto cambio lo único que ha dejado son grandes deficiencias en el sector salud, tan sólo veamos la falta de medicamento para atender diversas enfermedades, lo que una y otra vez ha sido señalado.
O la falta de infraestructura suficiente para proporcionar servicios de salud gratuitos –como se comprometieron– a la población sin seguridad social, que son la mayoría de habitantes del país.
Con la salida del responsable que iba a lograr que el sistema de salud mexicano fuese como el de Dinamarca, no requerimos ser brujas para adivinar que una vez más, y por tercera ocasión, en este sexenio el proyecto IMSS-Bienestar será fallido también.
Lo que sí es seguro, es que habrá dinero suficiente para ese proceso electoral adelantado, aunque siga sin haberlo para la adquisición de medicamentos.
Esa simulación que representan el proceso electoral adelantado, así como la afirmación de tener un sistema de salud moderno, eficaz y eficiente, es una farsa, un disfraz que rompe sin duda el mencionado principio de equidad.
Por ello sostengo que el principio de equidad ha sido roto no sólo en lo electoral, también en el sector salud y en el sector social, así como entre muchos otros, afectando a quienes más lo necesitan.