Al pie de la letra
Rodolfo Rivera Pacheco
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Aunque para muchos la carrera por la gubernatura
que culminará en junio de 2024 ya ha comenzado
en Puebla, la verdad es que hay que analizar muchos
factores y personajes, y la gran conclusión es que aún no hay
certeza de lo que pueda ocurrir y menos de quién vaya a ganar.
Al momento actual, y luego del proceso electoral de 2021, las tendencias de preferencia partidista favorecen en lo general a Morena, gracias a la simpatía que la mayoría de la población sigue teniendo por el presidente de la República, el cual, si bien es aborrecido por sus opositores (empresarios y panistas sobre todo), es aprobado por esa misma mayoría.
Sí, el principal activo de Morena no es su estructura ni sus dirigentes; sigue siendo Andrés Manuel López Obrador. Y aunque él no vaya en la boleta electoral en 2024, la gente por supuesto que definirá su voto por el apoyo que éste dé a sus candidatos.
¿Eso pasará en Puebla? Muy probablemente. Por eso es que en Morena habrá una lucha muy fuerte por las principales candidaturas y, desde luego, por la de gobernador. Pero un factor que deja fuera automáticamente al 50% de los aspirantes es el género por el que el partido decida contender en Puebla.
Si el candidato es hombre, hay al menos tres o cuatro precandidatos claramente visibles al día de hoy: El senador Alejandro Armenta, quien ya buscó la candidatura a gobernador en 2019 y no se le hizo. El diputado federal Ignacio Mier Velazco, líder de la bancada de Morena en San Lázaro, y por esa razón acuerda personalmente con el presidente de la República una y otra vez cada semana.
Pero si el gobernador definiera el nombre de su sucesor, desde luego que también tiene precandidatos. Uno es el actual líder del Congreso, Sergio Salomón Céspedes Peregrina. Y uno más se ha sumado a los aspirantes y es quizás el político más cercano al gobernador: Gabriel Biestro, quien ya ha hecho precampaña por la alcaldía de Puebla.
Pero si la candidata tuviera que ser mujer por disposición del partido y el INE, entonces habría también dos o tres precandidatas en Morena. Sus relaciones con el CEN de Morena podrían empujar a la exalcaldesa de Puebla Claudia Rivera Vivanco.
El periodista Fermín Alejandro García, de La Jornada de Oriente, incluyó también hace poco a la actual Secretaria de Semarnat federal, María Luisa Albores, quien, aunque es originaria de Chiapas, ha hecho carrera política en Puebla.
Y si el gobernador tuviera la decisión en sus manos, también tiene a su precandidata más visible en la Secretaria de Economía, Olivia Salomón, quien ha hecho uno de los mejores papeles en el gabinete de Miguel Barbosa.
Estos son los actuales precandidatos de Morena a la gubernatura.
Ahora bien, habrá que ver si la oposición a Morena va en alianza en 2024.
Todo parece indicar que sí. Les funcionó para recuperar la capital y su zona conurbada, y la alianza PRI-PAN (seguramente con el PRD) va a buscar lanzar a su candidato más fuerte y visible, que no es otro que el actual alcalde de Puebla, Eduardo Rivera Pérez.
Sólo si fuera mujer porque el partido así lo definiera (y el INE) habría una o dos precandidatas en el PAN, como Genoveva Huerta o quizás Ana Teresa Aranda. No veo a nadie más.
En otras palabras, la elección de 2024 será entre dos grandes alianzas y la gente definirá su voto por esas dos alternativas: el candidato(a) de Morena y sus aliados (PT y PVEM) contra el candidato(a) del PAN-PRI-PRD.
Hagan sus combinaciones con todos los precandidatos que les acabo de mencionar y coincidirán conmigo en que hay escenarios en los que puede pasar cualquier cosa. Desde luego, en el BEAP los iremos midiendo.
Esto ya empezó.