Fernando Thompson de la Rosa
Las habilidades digitales son fundamentales para tener mejores posibilidades de éxito profesional en el futuro, ya que estamos destinados a enfrentarnos y ser atropellados por la tecnología o bien aprovecharla y sacarle jugo en pro de nuestro oficio, profesión o negocio.
La preparación es básica para el progreso de los individuos y una nación.
Comparto que he viajado por el mundo y he estado en China visitando algunos de sus laboratorios de tecnología, universidades, escuelas y empresas.
Siendo China un gobierno socialista marxista, me tocó presenciar un alto nivel en el dominio de matemáticas y lenguajes de programación; son cuatrilingües, hablando chino mandarín, chino cantonés, inglés y español, con un enfoque claro en el liderazgo de inteligencia artificial.
Eso sí, a los de bajo rendimiento académico o que no mantienen el ritmo de productividad esperado los mandan directamente a oficios.
A nivel escolarizado también me ha tocado estar en Perú, dónde por ley no se puede ocupar ninguna institución académica por el Estado bajo ninguna razón, como le pasó a una institución universitaria en Puebla.
También he estado en Estados Unidos, Francia, Argentina, Panamá, Jamaica, Costa Rica, Chile y más y en todos los anteriores siempre han buscado elevar el nivel de matemáticas, ciencias y tecnología de los estudiantes.
También he visitado Cuba, Venezuela y Nicaragua, donde lamentablemente el nivel actual de la gente para hacer negocios o buscar talento profesional no está a la altura de las circunstancias competitivas que se ocupa hoy en los negocios.
Y es exactamente en estos tiempos cuando en nuestras escuelas, desde nivel básico hasta media superior, deberíamos estar enfocados en dar a los niños las habilidades digitales que ocuparán en el futuro para tener mejores oportunidades de progresar.
Las carreras profesionales y oficios con mayor demanda y mejor pagados son los ligados a ciencias exactas, matemáticas y tecnología.
En lo personal, he estudiado matemáticas buena parte de mi vida y me costó trabajo porque tuve maestros que no enseñaban bien, pero, afortunadamente, también tuve la suerte de encontrar maravillosos maestros a los que les entendía perfecto e hicieron que me gustaran las matemáticas; de ahí salté a la programación y de ahí a una ingeniería, que al ejercerla me permite ganarme la vida y darle a mi familia un estilo de vida digno.
Yo estuve en una primaria de gobierno y luego mi mamá me pasó a escuelas de paga y la diferencia en recursos bibliotecarios, laboratorios e instalaciones me permitieron salir muy bien preparado académicamente y además bilingüe.
Me quedé con el hábito de leer libros todo el tiempo y mantenerme estudiando permanentemente.
Cuando he trabajado o competido contra un norteamericano, chino, alemán o japonés puedo presumir que estamos al mismo nivel; el problema es más bien cuando se requiere trabajo en equipo entre connacionales u obtener apoyos del Estado o empresas, porque ahí sí nos llevan de calle a los mexicanos.
Considero, a título personal, un gravísimo error lo que está ocurriendo al entregar los nuevos libros de texto y guías para profesores. Están muy lejos del mínimo indispensable para preparar a las futuras generaciones que vivirán en un mundo inmerso en la inteligencia artificial, tecnología digital avanzada y que sólo recomenzará al mejor talento.
No hay garantías que al estudiar en una institución privada se tenga éxito, porque mucho depende del hambre personal de superación y la motivación para seguirse preparando.
Conozco en México escuelas públicas de excelencia académica e instituciones privadas de renombre que son un fiasco.
Sin embargo, si el fundamento de la enseñanza, que es el plan de estudios, y el apoyo, que son los libros de texto, no son los adecuados académicamente, se le están restando posibilidades al estudiante en su futuro para tener éxito cómo profesionista o en un oficio.
A título personal, estoy convencido de que al sistema de educación básica y media superior le falta integrar más materias de ciencias exactas, programación de lenguajes y un segundo idioma como el inglés.