Cecy Rendón
Todos sabemos que debemos de ahorrar, al mismo tiempo que quisiéramos tener un ahorro para el futuro como para las emergencias… el problema es que el ahorro no aparece mágicamente en una cuenta de banco, lo tenemos que hacer nosotros mismos. Ahí es donde la famosa frase: “quiero ahorrar y no puedo” nos invade la mente y la cartera.
Cualquier asesor financiero o gurú del dinero te dirá lo mismo: “tienes que ahorrar”, pero no muchos te dicen cómo hacerlo eficientemente.
El consejo más común es el de pagarte a ti primero, recomendación que cuando estás saturado en deudas y compromisos de pago no suena tan sensato. Irónicamente es la mejor solución para crear un ahorro y tener las finanzas sanas.
El ahorro tiene estos propósitos: primero es cuidar de tu futuro y asegurar tu retiro. Para ello se tienen esquemas como las Afores o seguros de retiro. Si no cuentas con alguno tienes todavía una mayor responsabilidad para construir este ahorro.
El segundo es tener un monto para imprevistos, cosa que en los últimos meses ha sido más que evidente y problemático para todos. Pero pandemia o no, siempre en la vida nos pasa algo, ya sean gastos no contabilizados, emergencias y sorpresas inevitables.
Teniendo estos dos tipos de ahorros básicos en mente, el sistema para lograrlos es el mismo: ahorra primero, hasta tu dinero después.
¿Cómo ahorro primero? Estamos acostumbrados a tratar de ahorrar el dinero que nos sobra a final del mes. Digo tratar porque nunca sobra dinero al final del mes, es por eso que casi nadie logra el objetivo.
El ser humano tiene esta necesidad de gastar el dinero que tiene en las manos, sin importar la cantidad, así como también tiene la capacidad de ajustar sus gastos al dinero disponible.
Si tú destinas un porcentaje de tus ingresos al ahorro, asegúrate de tener un mecanismo en donde ese dinero se vaya de tus manos ANTES de que lo gastes, ya sea que pidas a tu banco haga traspasos automáticos mes con mes, contratar un seguro de ahorro que te descuente el monto a ahorrar, platicar con tu patrón para que directamente de tu nómina se desvíe el ahorro a tu Afore.
Si eres ordenado puedes abrir una cuenta separada para tu ahorro y que tu primer movimiento del mes –la quincena o la semana– sea apartar tu ahorro.
Si lo haces así de esa manera, ajustarás tu presupuesto mensual de gastos con el dinero que te queda después de haber hecho tu ahorro. Al principio vas a sentir que no te alcanza, pero poco a poco buscarás formas creativas para lograr pagar todos tus compromisos sin dejar de ahorrar.
¡Inténtalo y antes de lo que piensas verás los resultados!