@cyberthompson
En el mundo, 4 mil millones de personas usan internet y hay 50 mil millones de dispositivos que estarán conectados a esta red, por lo que los volúmenes de datos son gigantescos. En este 2021 se calcula que el cibercrimen le costará al mundo seis trillones de dólares anuales; los principales países que originan ataques son China, Estados Unidos, Turquía, Taiwán y Rusia.
Hoy, México es uno de los 10 países a nivel mundial que reciben más ciberataques. De hecho, hoy está ranqueado en el número siete, justo en el momento menos adecuado porque en 2020 el país se ubicó en el número 12 en comercio electrónico, producto del tamaño de mercado y el confinamiento.
Entonces, se configura la tormenta perfecta porque hay mucho dinero, muchos mexicanos usando internet, muchas compañías conectadas y un bajo nivel de ciberseguridad, por lo que es muy apetitoso para los cibercriminales.
Acorde a la ITU, México cae 35 lugares en Índice Global de Ciberseguridad, ITU son las siglas de la Unión Internacional de Telecomunicaciones y aunque “alguien” pueda decir después que tiene otros datos, lo cierto es que conforme pasa el tiempo solo estamos retrocediendo, producto de la falta de una estrategia de seguridad informática del gobierno federal cuando debiera ser una prioridad nacional.
En resumen, México tiene un nivel de madurez mínimo en seguridad informática, tan solo hace un par de años acorde a la Condusef hubo más de 4.3 millones de quejas por fraudes cibernéticos, la proyección es cada año se duplicarán.
Hoy más que nunca, los ciberdelincuentes tienen más herramientas a su disposición por el confinamiento y ansias de vacuna, los ataques por mensajes vía redes sociales y correo electrónico buscan como objetivos a los ingenuos que dan su información personal y acceso a cuentas.
A nivel nacional, 87% de las organizaciones han sido hackeadas y muchas ni siquiera lo saben y la gran mayoría son micro, pequeñas y medianas empresas conocidas como MiPyMEs, las cuales representan la generación del 52% del Producto Interno Bruto y son la gran creadora de empleo.
De ahí la importancia estratégica de este sector, en donde solo el 6% cuenta con infraestructura de seguridad para protegerse; el restante 94% no cuenta con inversiones o estrategia para seguridad informática.
La ciberseguridad es un problema global que exige un enfoque local en donde, acorde a mi experiencia, el eslabón más débil son las personas, es decir, el usuario final. De ahí la importancia de la cultura de seguridad informática en las empresas mexicanas, porque lamentablemente no ha permeado en los emprendedores, dueños de negocios, ni en general en las empresas mexicanas.
Aunado a esto tenemos otro grave problema que es la falta de talento especializado en México, donde para 2023 se requerirán 2 millones de empleos específicamente en este rubro. Esto no es un tema de tecnología, es un tema de continuidad de negocios y reputación, se requiere una estrategia nacional, hacer inversiones, generar ingenieros especializados.
Así cómo están las cosas el futuro no es alentador, tal vez no es posible detener todos los ataques, pero sí se puede minimizar el impacto de las amenazas contando con una cultura de seguridad informática entre la gente, creando procesos e invirtiendo en servicios, software y hardware por parte de las empresas y el gobierno.