Palabra de mujer
Rocío García Olmedo
La violencia electoral ha ido escalando; en su momento, en contra de aspirantes; ahora, contra candidatos, sean hombres o mujeres.
Sus resultados sin duda afectan a la democracia y a la gobernanza del país y de las entidades federativas donde se presenta.
Muchos esfuerzos habrá que hacer para restablecer el orden democrático, que si bien es en mucho producto de ese ambiente polarizado y de división que fue construido en este sexenio, también lo es por los altísimos índices de inseguridad y el nivel que ha alcanzado la delincuencia organizada.
En todo ello, quienes sufren las mayores afectaciones son las mujeres.
Datos presentados recientemente por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) refieren que, en el ámbito municipal, 75% de ellas sufre violencias sistemáticas.
Que 88% de las quejas es para denunciar violencia política contra las mujeres en razón de género, pero también que 35% de las personas prefiere no acudir a presentarlas por miedo, por falta de confianza, por no saber a quién recurrir.
De ahí que, a 10 años del Principio de Paridad y de la creación del Observatorio para la Participación Política de las Mujeres, y enmedio del proceso electoral más grande en la historia del país, en el que se elegirán más de 20 mil cargos y en el que, cuando menos la mitad son encabezados por mujeres, es muy importante que, con el respaldo de organizaciones civiles que la impulsan desde hace algunos años, el TEPJF instaló la Defensoría Electoral Especializada en la Atención de Asuntos de Paridad y Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género.
Este instrumento, que junto con el Programa piloto para la atención de la Violencia Política contra las Mujeres en razón de Género fue aprobado por el Instituto Nacional Electoral (INE), garantiza una mejor atención a estas graves problemáticas.
Este mecanismo brindará asesoría legal y acompañamiento gratuito en el acceso a la justicia a todas las mujeres que sufran violencia política.
Se atenderá a solicitud de parte por el correo electrónico [email protected] y el juicio puede llevarse en línea.
Este ejercicio deberá ser reproducido desde lo local y en su momento abordado por todos los partidos políticos.
Esperamos que al término del proceso electoral en marcha, los partidos políticos modifiquen sus estatutos para incluir los mecanismos e instrumentos que se han implementado para atender y cumplir la obligatoriedad de aplicación del principio de paridad.
También, el de reducir la violencia política que desde su interior se ejerce contra las mujeres, desmasculinizándose, democratizando su actuar y respetando los derechos políticos de su militancia de mujeres, porque todo suma a la violencia electoral que ha ido escalando y que afecta a la democracia y a la gobernanza del país y de las entidades federativas donde se presenta.
Este ambiente enrarecido que a nadie conviene requiere de acciones puntuales, no de desestimar hechos; de cambios reales, no de simulaciones; obligando que se garanticen las condiciones para que se ejerzan los cargos en paz y libres de violencias.
Tenemos la oportunidad de decisión.
El próximo 2 de junio, todas, todos, a votar.