Por; Jorge Luis Hernández [email protected]
Ni más ni menos
LA CRISIS DEL TRICOLOR
“La verdad no peca, pero incomoda”; esta frase hoy más que nunca aplica para lo que se está viviendo en torno a las Selección Mexicana, y es que el mediocampista del Atlético de Madrid Héctor Herrera, declaró que el estadio Azteca ya no ‘pesa’ como antes, en cuanto a juegos del Tricolor jugando en casa en la eliminatoria mundialista, palabras que le fueron rebatidas por exseleccionados nacionales como el eterno capitán, Alberto García Aspe.
El Beto señaló para ESPN digital que el Azteca siempre debería pesar, pero obviamente depende de lo que se haga en el terreno de juego y cómo se obtengan los resultados, dando al clavo con lo que sucede en el presente de esta selección que dirige Gerardo Martino
Muchos jugadores en la actualidad del Tricolor, han demostrado en más de una ocasión, en cada llamado, en cada jugada, que no están al nivel de lo que requiere el conjunto nacional, futbolistas cuya baja de juego es más que obvia, pero a los cuales Martino sigue respetándoles su “trayectoria” o el hecho de que militen en un club europeo, y digo “militen” porque quitando a Jesús Manuel Corona y Raúl Jiménez, los demás han tenido escasa actividad en sus respectivos equipos, de ahí que jugadores como Héctor Herrera y Andrés Guardado aporten muy poco a lo que busca Martino en su equipo y su porcentaje de efectividad con la Selección Mexicana así lo indican.
Los que juegan en la liga mexicana como Héctor Moreno, Jesús Gallardo, Luis Rodríguez, Uriel Antuna o Rogelio Funes Mori son todavía casos más preocupantes, pues en sus respectivos clubes tampoco gozan de una gran efectividad en sus respectivas posiciones, y, aun así, siguen apareciendo en los cuadros titulares del Tata, con excepción del Melli, quien estuvo en la banca en los últimos juegos del Tricolor.
El Capi García Aspe también señaló –y estamos completamente convencidos que así es– que sin jugadores de calidad y disciplina táctica, no hay sistema que funcione, y eso es lo que le pasa a esta Selección, un equipo que no cuenta con los líderes de antes, uno de ellos, el mismo García Aspe, quien jugó a lado de Claudio Suárez, Benjamín Galindo, Cuauhtémoc Blanco, Marcelino Bernal, jugadores de carácter, y con la calidad suficiente para echarse el equipo a los hombros y sacar los partidos complicados, algo que en la actualidad no existe, desafortunadamente la época de los Blanco o García Aspe, ha quedado atrás.
Tristemente, hoy se vive una realidad distinta, algunos jugadores se niegan a asistir a los llamados de la Selección Mexicana, se niegan a jugar Juegos Olímpicos, se dejan mal aconsejar por los eternos promotores que, dicho sea de paso, son en muchas ocasiones los que vuelven locos a los jugadores, haciéndoles creer que ya están para jugar en Europa y la realidad es que terminan distrayéndose de lo verdaderamente importante, que es rendir en la cancha ya sea con su Club o con el conjunto nacional, ¿ejemplos? Muchos, ahí está Luis Romo que ya se hacía en Europa desde hace meses y bajó considerablemente su rendimiento. Orbelín Pineda es otro, si bien pudo fichar con el Celta de Vigo, no se fue demostrando su mejor nivel con el Cruz Azul o el Tricolor, el caso de Roberto Alvarado quien da un juego bueno y tres pasa desapercibido y por supuesto que eso se debe a falta de personalidad en el jugador actual.
Para acabar pronto, pocos de los jugadores que forman parte de la Selección Mexicana actual, habrían sido llamados en los tiempos de García Aspe, en aquel entonces, los futbolistas se dedicaban más a hablar en la cancha, y no, no es nada en contra de que hagan publicidad, porque eso siempre ha existido, simplemente que hoy muchos jugadores están más preocupados por los tatuajes que se hacen, los cortes de cabello –mismos que tienen que estar a la moda– sus seguidores en redes sociales y uno que otro, por las fiestas, pues en los últimos meses hemos escuchado de jugadores sancionados por sus clubes, por irse de ‘party’
¿Qué tiene qué ver lo antes dicho con el Tricolor?
Que todo es un reflejo, el hecho de que algunos jugadores en la actualidad, casi casi vean como una obligación ir al conjunto nacional, claro que resta méritos, o que se siga llamando a los mismos de siempre solo por su jerarquía, claro que pasa factura y la seguirá pasando, sobre todo cuando hay futbolistas de la Liga MX que han demostrado estar en mucho mejor momento que los convocados y pues, nada más no los llaman.
A Gerardo Martino y muchos técnicos, los he escuchado decir que el futbol es de momentos, de inercia, del efecto rentabilidad y resultados; entonces, o alguien no hace su trabajo en cuanto al seguimiento de los jugadores en sus clubes o simplemente se van por la fácil, porque si a Martino lo están obligando a convocar por intereses de promotores –algo que el entrenador argentino ha negado desde siempre– ¡que lo diga! y nos quitamos de suposiciones, porque no tengo duda de que México estará en el Mundial, cuáles serán sus alcances en la justa, es la gran incógnita. Y sí, creo que aún está a tiempo, de darle un sentido diferente a la nave Tricolor, pero hay mucho por hacer.
Al tiempo.