Notas para una defensa de emergencia
Silvino Vergara Nava / parmenasradio.org
Desaparecidos:
los bosques nativos,
las estrellas en la noche de las ciudades,
las cartas escritas a mano,
el futbol de la calle,
el derecho a caminar,
el derecho a respirar,
los empleos seguros,
las jubilaciones seguras,
las casas sin rejas,
las puertas sin cerradura
y el sentido común
Eduardo Galeano
Aveces se dice, en el sentir de la población, que el futbol es el reflejo de las naciones; otros dicen que ese deporte es “lo más importante de lo menos importante”, sin embargo, la historia del siglo XX tiene mucho que ver con ese y los deportes en general.
En los tiempos de la guerra fría las olimpiadas eran un termómetro de la rivalidad entre Estados Unidos de América y la Unión Soviética, cualquier competencia deportiva era justificante para conocer quien estaba haciendo mejor las cosas con su población.
Lo cierto es que, tanto el futbol como el deporte en general refleja el sentir de las naciones, al grado que ha provocado guerras entre países, tal es el caso de la emblemática guerra entre El Salvador y Honduras, causado por un partido de futbol eliminatorio para el mundial de México de 1970.
Así, en estos días de verano de 2022, resulta que estuvieron en competencia dos selecciones de futbol mexicano, la varonil de menores de 21 años, que tenía la oportunidad de lograr el pase al Mundial de esa categoría y a las olimpiadas de París 2024, pero resulta que no pudo ganar el partido decisivo ante Guatemala y resultó eliminada.
Por su parte, la selección femenil que debía de competir para el mundial de ese ramo y las propias olimpiadas, no pudo ganar contra Jamaica y Haití, de lo que se ha dicho que es un fracaso de las propias selecciones, sus entrenadores, directivos y jugadores, la propia organización y la federación, pero nadie se ha formulado la pregunta: ¿Estos fracasos serán reflejo de nuestra nación?
Si seguimos el criterio de que es el futbol reflejo de lo que sucede en las naciones, resulta que no estamos muy apartados de la realidad mexicana, pues así como estas dos selecciones fueron un desastre y un ridículo el no poder ganar con selecciones muy limitadas en capacidades de entrenamiento, infraestructura, organización, economía, etcétera, vaya ni con el equipo de Haití que es la nación más pobre del continente, es una muestra de que está causando estragos en la generalidad de la población esa serie de expresiones de conformismo que hoy invaden la nación, como son aquellas voces oficiales de “¿para que quieres otro par de zapatos? Con un par es suficiente” y otras más, que pudiera suceder que están entrando al subconsciente de aquellos que asumen que no es el Estado el que está vacunando para contener la COVID-19, ni es el Estado el que da los apoyos económicos, sino que es el propio titular de la administración pública federal.
Además, nadie se ha puesto a analizar, o quizá porque no conviene, que estos fracasos en el deporte más popular del país son una muestra del fracaso que está presentándose en todos los ámbitos de nuestra nación, basta con dar un repaso: no se puede contener la inflación, pues llego a tasas en junio de 2022 de las que correspondían hace más de 20 años; en mayo de 2022 hubo 518 mil menos empleos, tanto formales como informales; se está dependiendo en la economía nacional de las remesas, esto es del envío de dinero de mexicanos en el extranjero; la inseguridad pública no tiene forma de detenerse.
En tanto, en Palacio Nacional se está viviendo otra realidad, la que corresponde a nuevamente perseguir a los expresidentes, después de una consulta nacional en que resultó que no se les iba a juzgar, se ha presentado la iniciativa para desaparecer el horario de verano, cuando tiene dos meses que en este año ya se aplicó, se esta determinando que en los niveles de primaria y secundaria la calificación más baja a los alumnos sea aprobado con seis, se insiste en que en los programas de la escuela media superior, es decir, preparatoria, desaparezcan materias como filosofía y ética.
De verdad, pareciera que debemos de poner un SOS a la radiografía más clara de lo que esta sucediendo en México, a pesar de que muchos asuman, que son dos cosas diversas, son los resultados de esas dos selecciones de futbol, entrenadores incompetentes, inexpertos, pero amigos, preferencias en las y los jugadores de futbol por intereses fuera de la cancha, los directivos más preocupados en el dinero y la mercadotecnia que en la cancha, una estructura del futbol mexicano que por años está invadida por jugadores sudamericanos de medio pelo.
Y con el respeto a los hermanos de Haití, que tanto han sufrido, si no podemos con ellos en el futbol femenil, entonces: ¿cuál es la esperanza en ese deporte nacional? O mejor dicho: ¿cuál es la esperanza de nuestra nación en los demás quehaceres?