Fernando Thompson de la Rosa
Muy poca gente sabe sobre la tecnología verde o tecnología limpia, que es aquella que se utiliza sin dañar el medio ambiente, la aplicación de la ciencia ambiental para conservar el ambiente natural y los recursos, y frenar los impactos negativos del involucramiento humano.
El cambio climático es la peor calamidad que enfrentará la humanidad en el futuro, peor aún que la pandemia de coronavirus, ya que además de desastres naturales traerá sequías en buena parte del orbe.
Pero, las empresas tecnológicas, ¿qué tienen que ver en todo esto?
Todos los aparatos electrónicos incluyendo laptops, teléfonos celulares y computadoras tardan hasta 4 mil años en descomponerse.
Es decir que, además del tiempo que tardan en biodegradarse, tienen la peligrosa combinación de elementos contaminantes, desde vidrio (en las pantallas) hasta plástico y baterías que son altamente nocivas para suelo, subsuelo y agua.
Otro ejemplo del que no se habla mucho tampoco, la minería de criptomonedas, compañías como Google, Apple, Amazon y Microsoft, consumen más electricidad que 159 países juntos, hablamos de 121.36 teravatios/hora al año, que es una cantidad espeluznante.
La red social Meta o Facebook es una de las más usadas en el mundo. Se estima que Facebook emite anualmente 980 mil toneladas de CO2.
Pero adicionalmente, aunque compañías como Google, Microsoft y Amazon han ganado acreditaciones mundiales por ser empresas verdes o ecológicamente responsables y dan donativos para combatir el cambio climático, resulta ser que son impulsores de la contaminación, porque ellos mismos proveen la tecnología por ejemplo, la inteligencia artificial, para que las industrias del petróleo puedan descubrir nuevas reservas, ubicar y recolectar petróleo más rápido, reducir los costos por barril, o sea, más combustibles fósiles contaminantes.
Usted mismo, estimado lector, cada vez que visita una página web o abre una aplicación, hace que se emita aproximadamente 1.76 gramos de CO2; entonces, al año en promedio la actividad de cada persona representa 211 kilos de CO2 emitidos.
Ergo, si somos 5 mil 350 millones de usuarios de internet en el mundo, al hacer una simple multiplicación, contaminamos con miles de millones de gases tóxicos a la atmosfera generados por tanta electricidad que se consume.
Hay que agregar la cantidad de agua que se contamina y usa para enfriar los centros de cómputo.
¿Y la basura tecnológica? Pues, como ya se mencionó, un simple aparato tarda 4 mil años en biodegradarse.
Entonces debemos concientizarnos de este grave problema que generamos al usar nuestros teléfonos inteligentes, tabletas y computadoras, piensa que cada vez que vez un video en YouTube, tu email o Facebook contribuyes al cambio climático por contaminación ambiental.
Lo que se busca en principio con el cómputo verde es que sea sustentable y obligatorio, que a través de reutilización, reciclaje y moderación, nos enfoquemos en la conservación de recursos naturales y de la eficiencia energética, que reducen la contaminación.
En resumen, minimizar el impacto ambiental.
Hoy por hoy ya existen países que prohíben los centros de cómputo dedicados a la minería de criptomonedas, supuestamente por el consumo de agua que se requiere para enfriar los equipos; sin embargo la inteligencia artificial y el cómputo cuántico, que son las tendencias tecnológicas emergentes, tendrán también que pasarse a revisión antes de que devastemos aún más nuestro mundo contaminándolo.
Tenemos un solo hermoso planeta y cada uno de nosotros debe poner su granito de arena para solucionar y las compañías tecnológicas saben de la gravedad del problema y muy pronto se les empezará a pedir cuentas sobre esta materia.
Exijamos a nuestros candidatos hoy en campaña que estudien sobre este tema y hagan propuestas dirigidas a proteger el medio ambiente.