Adolfo Flores Fragoso / [email protected]
El presidente Joe Biden enfrenta ya una inmediata polémica que pone a prueba su agenda prometida sobre el tema de inmigración. Según las cifras de apertura de fronteras en 2021, los cruces fronterizos ilegales comenzaron a incrementarse, con un Biden que enfrenta muy poco tiempo para impulsar reformas radicales en el Congreso que impidan el tránsito ilegal de extranjeros.
“Sin leyes migratorias renovadas, el presidente estadounidense podría verse obligado a elegir entre mantener las medidas de la administración Trump y decepcionar a los activistas liberales que creyeron en sus promesas corregidas de inmigración o ver un aumento en el ingreso ilegal de extranjeros, tal como el Partido Republicano ya lo predijo en un escenario que cae en lo caótico a mediano plazo”, advierte Anna Giaritelli, reportera especialista en seguridad nacional.
Los números preliminares del gobierno federal revelan una “importante cantidad de personas ubicadas en la frontera sur (de Estados Unidos) y listas para cruzar”, mismos que han venido creciendo mensualmente desde el otoño de 2020, respecto a los mismos meses del año anterior.
Fuentes que trabajaron para el expresidente Donald Trump aseguraron a medios –como el NY Times–, que más personas buscaron y buscan viajar a los Estados Unidos sin autorización, debido a las promesas de Biden de ayudar a las personas que residen ilegalmente en los Estados Unidos.
Si el repunte de la migración continúa aumentando hacia el rango de la crisis humanitaria de 2019, Biden podría enfrentar una decisión difícil y en tiempo muy limitado.
“Creo que Biden no podrá hacer retroceder muchas de las políticas existentes hasta que tengan un nuevo conjunto de protocolos, infraestructura y políticas”, declaró al inicio de semana Theresa Cardinal Brown, experta en inmigración del Bipartisan Policy Center.
“¿Podrán hacerlo con la suficiente rapidez para gestionar cualquier nuevo aumento de llegadas sin empeorar la situación en la frontera?”, preguntó Brown.
“¿Y lo suficientemente rápido para ‘dar gusto’ a los defensores de la inmigración y los derechos humanos? ¿Cómo hacerlo de una manera segura en términos de protocolos de salud para migrantes y empleados de Aduanas y Protección Fronteriza, y demás personal fronterizo?”
Los defensores del proyecto de ley de reforma radical, que Biden envió al Congreso, esperan que ésta calme la situación en la frontera. Pero primero debe de ser aprobada, frente a otras prioridades.
“La propuesta legislativa de la administración de Biden incluye soluciones a las causas fundamentales del aumento de refugiados que llegan a nuestra frontera”, advirtió el director ejecutivo de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración, Benjamin Johnson.
“El presidente Biden no debería caer en la trampa de pensar que tenemos que elegir entre hacer cumplir nuestras leyes y tratar a las personas de manera justa y humana”, aclaró Johnson.
Pese a todo, las perspectivas de que Biden se salga con la suya en una reforma migratoria en el Congreso son inciertas y poco claras. Su bancada ha recibido una fría acogida por parte del Partido Republicano. Y hay razones para pensar que la situación en la frontera pronto podría volverse más apremiante.
Otro factor que se viene es la presión de los grupos ultras que, nuevamente, advierten a Joe Biden que son los legítimos vigilantes y defensores de la frontera sur estadounidense.
Una derecha radical que ya practica el tiro al blanco. El tiro al inmigrante de color cualquiera.