Manuel Martínez Benítez / @manuelmtzb
Como cada 1 de septiembre desde hace muchos años, hoy llegamos a la cita que tiene el presidente en turno para presentar su informe del estado que guarda la nación, y en especial el quinto siempre es interesante porque es el previo a su cierre de gobierno y previo a los procesos electorales que elegirá a quien lo sucederá.
Y en medio de todo esto, siempre es importante revisar los datos con los que llega el presidente de la República a su informe.
En el Centro de Estudios Consultivos (CEC) hicimos una recopilación de información de opinión pública y datos duros con los que Andrés Manuel López Obrador arriba a su quinto informe.
En cuanto a los datos de opinión pública, podemos ver diferentes encuestas que miden la popularidad y aceptación del mandatario, con números muy altos y más bajos, y lo que creo que vale la pena es observar los resultados de mediciones nacionales y de encuestadoras serias y con metodología clara.
Ese ejercicio lo está haciendo oraculus.mx, que es una agrupadora de encuestas que toma en cuenta a las empresas serias en el país y hace un promedio de la aprobación mensual reportado por los estudios demoscópicos.
Así, el presidente López Obrador llega a su penúltimo informe, según oraculus.mx, con 64% de aprobación de su trabajo mientras que su desaprobación es de 33% en promedio.
Lo anterior significa, en promedio,- que dos terceras partes de los mexicanos aprueban la labor que está haciendo López Obrador, mientras que una tercera parte lo reprueba.
Aquí hay que aclarar que, según lo que reportan las diversas encuestas, esta aprobación se concentra en la imagen presidencial, no en la labor del gobierno, donde hay temas que la gente califica negativamente (como seguridad y economía) pero que no afectan la aprobación presidencial.
Otro dato importante que hay que observar es que si bien la aprobación de López Obrador es muy alta, reportó una caída de 3% de julio a agosto, al pasar de 67% a 64%.
Y un dato más a analizar de lo reportado por oraculus.mx es que, basado en este promedio de encuestas, el presidente de la República con mayor nivel de aprobación a estas alturas de su gobierno fue Ernesto Zedillo, quien reportaba una calificación positiva promedio de 65%.
Lo sigue Felipe Calderón con 58%, Vicente Fox tenía 56% y Enrique Peña Nieto registraba 23%, siendo el Ejecutivo Federal (de los últimos cinco en el cargo) que peor aprobación reportaba.
Ahora bien, esta es la percepción de la calificación del presidente que tienen las y los ciudadanos mexicanos, pero ¿cómo están los datos duros? Pues veamos algunos de los principales indicadores por grupos de tema:
En cuanto a economía, llega con un promedio de crecimiento del PIB de 3.6% para el segundo trimestre del 2023; esto, hay que decirlo, no es un mal dato y más viniendo de la caída económica que provocó la pandemia de COVID-19 en México y el mundo.
Pero también hay que señalar que nuestro PIB, que es el tamaño de la economía del país, apenas está recuperando el nivel que teníamos en 2019.
La inflación (o carestía) se ubica a estas alturas en 4.67%, lo cual significa que si bien la inflación ha disminuido, sigue por arriba de la meta del Banco de México (Banxico) del 3%.
Y, por último, hay que ver que en la nación hay 60 millones de personas económicamente activas, y de ellas la tasa de desocupación (sin empleo) es del 2.8%.
En cuanto a los indicadores de marginación, uno de los principales problemas en el país, el Coneval reporta que 36.3% de los mexicanos está en pobreza, es decir que en el país hay 46.8 millones de pobres.
Y si bien la pobreza ha bajado en los últimos cuatro años en nueve millones de personas, la cifra de pobres todavía es dolorosamente alta. Otro dato en este sentido es que en nuestro país 7.1% de la población (9.1 millones) son pobres extremos, es decir, no tienen el ingreso suficiente para comprar la comida necesaria.
Tres indicadores más de lo reportados por Coneval que destacan es que 50.2% de los mexicanos carece de acceso a la seguridad social y 39.1% de los habitantes del país no tiene servicio de salud; ambos datos han aumentado en este sexenio y serán parte de los grandes pendientes que deje este gobierno.
El tercer tema que no hay que dejar de ver es que 18.2% de la población (23.4 millones) reporta carencia alimentaria, es decir que no tiene un nivel de alimentación necesario para sobrevivir.
El último grupo de datos que quiero llevarle a usted es el de seguridad, o mejor dicho de la inseguridad que vivimos en México, que por cierto es el gran tema que, según reportan las encuestas, preocupa a los mexicanos.
Y aquí podemos decirle que según el último dato del Inegi, 62.3% de la población mexicana se siente insegura en donde vive, y 29% de los mexicanos declara que ha sido víctima de algún delito.
Y tal vez el dato que más preocupa es que hasta ayer en el país se reportaban, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, 164 mil 445 homicidios dolosos, con lo cual este sexenio es el que más crímenes de este tipo –relacionados directamente con la delincuencia organizada– registra en la historia nacional.
Si bien es cierto que el problema de la inseguridad no se originó en este gobierno y es heredado de sexenios pasados, esta administración tampoco lo solucionó como se había comprometido a hacerlo.
Observando estos datos, podemos señalar tres grandes conclusiones:
La primera es que el presidente López Obrador es el actor político más importante de los últimos tiempos y tiene un significativo respaldo social.
La segunda es que hay avances en temas sociales, pero que el camino es largo y hay muchos indicadores que mejorar, como los de pobreza y una mejor economía que llegue a todos los mexicanos.
Y la tercera, que el gobierno tiene grandes pendientes y, posiblemente, así los dejará para el próximo sexenio, como son la economía y, principalmente, la inseguridad.
Considero que será importante escuchar lo que nos dirá hoy el presidente para tener presentes estos datos y ya con toda la información (validada) que podamos obtener, reflexionar y generarnos cada uno nuestra propia opinión sobre los resultados gubernamentales.
Lo anterior porque este sexenio entra a su último año y en el venidero elegiremos a nuestros próximos gobernantes, quienes dirigirán el futuro de nuestro país, nuestro estado y nuestras ciudades.