Soliloquio
Felipe Flores Núñez
Para bien de todos, deberíamos irnos acostumbrando a que los sucesos con rasgos políticos –explícitos o no– irán ocurriendo a una velocidad cada vez más intensa y que todo tendrá repercusión en los comicios del año entrante, en los que se definirá la Presidencia de la República y, en nuestro caso, la gubernatura.
En esa ruta de vértigo se inscribe la inusitada movilidad del mandatario estatal Sergio Salomón Céspedes, quien durante la semana que concluye impulsó una marca difícil de superar, al celebrar ocho encuentros de alto nivel, en búsqueda de mejores condiciones para Puebla.
A eso se suma que, durante el fin de semana previo, el gobernador tuvo oportunidad de participar en forma separada en diversos eventos protagonizados por Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, principales contendientes de Morena a la candidatura por la Presidencia de la República.
La agenda del gobernador poblano comenzó el mismo lunes en Palacio Nacional, al informarse que como muestra de la buena relación entre el gobernador y el presidente Andrés Manuel López Obrador, ambos sostuvieron una reunión de trabajo en la que manifestaron la disposición y compromiso de los gobiernos estatal y federal por “sacar adelante” la agenda del estado.
En un comunicado, se resaltó que en el encuentro ambos “acordaron continuar y mantener el trabajo conjunto y coordinado a través de las diferentes instancias y en distintas materias en favor de los poblanos, sobre todo los que más lo necesitan”.
Tras dicho encuentro se confirmó que López Obrador presidirá el tradicional Desfile del 5 de Mayo y, no sólo eso, Céspedes Peregrina adelantó que en esa fecha el mandatario federal dará “buenas noticias para Puebla”, anuncio que desde luego genera expectativas.
Ya con la venia presidencial, el cierre de semana para el gobernador Céspedes Peregrina fue avasallador.
De sus recorridos por oficinas federales, se informó primero que visitó al titular de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Trasportes, Jorge Nuño Lara, “para impulsar el desarrollo de la entidad” y con quien analizó “proyectos para beneficio de las y los poblanos”.
Más tarde estuvo con Antonio Martínez Dagnino, titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y, aunque no hubo detalles de la reunión, es fácil suponer que se abordó lo relativo al reciente pago millonario que el gobierno estatal hizo para saldar un adeudo y, eventualmente, el modo de resarcir el daño financiero que esa obligación propició.
Tal versión se robustece, porque el mismo día Céspedes Peregrina estuvo también con el secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, de la que –se dijo– el funcionario federal “reiteró que su administración da continuidad a las gestiones presupuestales que se requieren para que Puebla siga adelante”.
La ruta del mandatario estatal continuó al visitar a Esteban Moctezuma Barragán, embajador de México en Estados Unidos, bajo la ponderación de la alta cifra de poblanos que habitan en la Unión Americana y el contexto de los problemas migratorios que ello implica.
Un encuentro más fue el celebrado con Jorge Mendoza Sánchez, director general del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, “con la finalidad de que puedan consolidarse más proyectos en beneficio de los poblanos”.
En este caso se sabe del interés del gobierno poblano de obtener financiamiento para reforzar algunas de las acciones pendientes relacionadas con el transporte público, entre otras, para explorar la posibilidad de que algunos concesionarios locales puedan obtener créditos para renovar sus unidades.
La agenda dio tiempo también para una entrevista con el exgobernador poblano Manuel Bartlett Díaz, actualmente al frente de la Comisión Federal de Electricidad, para “fortalecer la colaboración y estrategias conjuntas en materia de energías renovables”.
Y de colofón, una larga sesión de trabajo con Zoé Robledo Aburto, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social; a la que asistió también el secretario estatal de Salud, José Antonio Martínez García; el secretario general del IMSS, Marcos Bucio Mújica; y la delegada en Puebla de ese organismo, Aurora Treviño García.
De este encuentro tampoco se ofrecieron detalles, pero igualmente se deduce que fue abordado el tema de la posible inclusión de Puebla al programa federal IMSS-Bienestar, el cual –se sabe–, a diferencia de otras entidades, será condicionado en varios rubros bajo la consideración que la entidad poblana dispone de uno de los sistemas de salud más robustos y eficientes en el país.
Otro aspecto que ha dificultado ese acuerdo institucional tiene que ver con el estatus laboral difícil de homologar, tanto de médicos como de enfermeras y personal de apoyo, así como administrativo adscrito al sector salud.
En esa reunión, también se revisó la situación actual de los diferentes proyectos de obra en curso por parte del IMSS en Puebla, como la unidad recién inaugurada en Cuautlancingo, el hospital de Amozoc y el nuevo de San Alejandro, que vendría a resolver la saturación que afronta el nosocomio de La Margarita.
Los días por venir serán también de abundante laboriosidad. Este lunes, se adelantó, se darán a conocer los detalles de la próxima a inaugurarse Feria de Puebla 2023, la que se pretende sea la más innovadora y grande de la historia, y vendrán después los festejos conmemorativos de la Batalla del 5 de Mayo, actos que congregarán a miles de poblanos y serán motivo, además, de afluencia turística y beneficio económico para la entidad.
En torno a todo este impulso a favor de Puebla, en la semana ocurrieron otros de índole político que no se pueden soslayar, sobre todo porque están vinculados a la sucesión gubernamental.
En efecto, esta semana, de manera abierta, se sumaron dos nuevos aspirantes para contender a la candidatura por Morena, ambos con posibilidades reales para lograr ese propósito.
Un caso es el de Rodrigo Abdala, delegado federal en Puebla de la Secretaría del Bienestar, quien emulando al Ave Fénix retornó al escenario político local y se dijo listo para participar en la encuesta qué en su momento se lleve a cabo para definir la candidatura.
Tras negar, pese a su cercanía, estar apadrinado por el exgobernador Manuel Bartlett y pedir piso parejo para los contendientes, dijo que los medios de comunicación lo han puesto en la baraja “y qué mejor honor, qué privilegio que alguien que se ha formado en esta trinchera pueda ser gobernador”.
Del mismo modo, tras su visita a Puebla, de manera abierta levantó la mano la titular federal de la Semarnat, María Luisa Albores, fundadora del movimiento de la 4T y cercanísima al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Aunque es nacida en Chiapas, ha precisado su arraigo en Cuetzalan, además que “mis hijos son poblanos, mi familia vive en Puebla y mi residencia es de Puebla”, por lo que enfatizó que “si lo poblanos deciden por mí, estoy para servir”, para rematar con un amenazante “el presidente conoce nuestro trabajo, ya él decidirá”.
De este modo se engrosa y se hace más competitiva la lista de aspirantes de Morena, en la que desde hace tiempo van encarrilados el diputado federal Ignacio Mier Velasco, el senador Alejandro Armenta, la secretaria estatal de Economía, Olivia Salomón, y más recientemente el secretario de Gobernación, Julio Huerta Gómez.
El tiempo apremia y parece ser insuficiente para los actores políticos de la entidad. Para todos, el “despacio que llevo prisa” es de la máxima prioridad, porque la contienda electoral de 2024 está cada vez más cerca.