SOLILOQUIO
Felip Flores Núñez
El atentado de hace una semana contra Donald Trump hizo que todos volteáramos con preocupación hacia los Estados Unidos, a sabiendas que, desde siempre, lo que ocurre allá repercute invariablemente acá, para bien o para mal.
Cuando decimos “acá”, nos referimos desde luego a México, pero también a Puebla, en el entendido de que en el país vecino radican casi 2.8 millones de poblanos, cifra equivalente al 44% del total de la población en la entidad, quienes con su envío de remesas no sólo benefician a sus familias, sino también fortalecen de manera relevante la economía local.
Dado que en el país vecino habrá elección presidencial en noviembre próximo, inquietó sobremanera que apenas un par de días después del incidente, y casi aclamado como héroe por sus seguidores, Trump se haya erigido oficialmente candidato presidencial por el partido Republicano.
Tampoco fue grato que Trump anunciara que su compañero de fórmula será el senador de Ohio James David Vance, el joven político que alguna vez comparara a Trump con Hitler para después aliarse a él, catalogado como un duro oponente al aborto y a la migración, además que culpa de la pérdida de empleos en su país a la apertura comercial.
Si fuera una contienda de lucha libre, Trump-Vance conformaría el dueto perfecto de los rudos que luce casi imbatible frente a un Joe Biden cada vez más debilitado y a quien figuras como el expresidente Barack Obama le han pedido dejar la candidatura del Partido Demócrata, porque sus posibilidades de reelegirse “se han reducido considerablemente”.
Ciertamente, Biden ha ido en picada durante las semanas recientes, sobre todo después del debate organizado por la cadena CNN en el que mostró una evidente debilidad mental, situación que se agravó por los efectos del atentado, que fortalecieron a Trump no sólo entre sus simpatizantes, sino también entre un buen número de votantes indecisos.
En la víspera del proceso electoral estadounidense, analistas perciben tanto a Trump como a Biden como candidatos sumamente impopulares, cuyos niveles de desaprobación rebasan los 50 puntos, pero aun así creen que la carrera presidencial es aventajada casi de manera irreversible por Trump debido a su actitud más combativa en temas cruciales, como las relaciones con China, la guerra de Ucrania, la migración y la seguridad nacional.
De mantenerse las tendencias y los pronósticos, aun con sus antecedentes incluso en el plano legal, es muy probable que Donald Trump regresará a la Casa Blanca y ese parece no ser un buen augurio para México y, en nuestro caso, tampoco para Puebla.
¿Qué escenario nos esperaría?, ¿Cómo afrontaría el nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum su relación con Donald Trump en la presidencia del país más poderoso del mundo? ¿En qué afectaría a los poblanos?
La agenda de los temas bilaterales, todos sensibles, es diversa y compleja, en la que sobresale la migración, relaciones comerciales contenidas en el T-MEC, que entrará en etapa de revisión y seguridad, rubro en el que figura el comercio ilegal de armas y el combate contra las drogas, en especial el tráfico de fentanilo que está causando cada vez más muertes, situación que se le atribuye a bandas criminales mexicanas.
Para Trump, el tema migratorio es fundamental, quizá su mayor prioridad y el que más simpatía le ha abonado entre sus seguidores. Cree que la crisis migratoria también tiene afectaciones comerciales en su país, por lo que ha dicho que combatirá el nearshoring en México para recuperar la industria automotriz y la manufactura, ya que, en complicidad, China y México se han “llevado” hasta el 68% de sus réditos.
Ésa es una de las razones por las que, de entrada, Trump como presidente retomaría el burdo proyecto de construir un muro fronterizo para impedir el paso de migrantes, además aplicaría otras medidas de retención que pudieran afectar incluso a los mexicanos ilegales que desde hace tiempo viven y trabajan en los Estados Unidos, muchos de ellos poblanos.
Trump advirtió desde su primer discurso como candidato que emprenderá acciones en esa materia “desde el primer día” de su mandato y apenas este fin de semana lo reiteró, al afirmar que pondrá fin a la crisis migratoria ilegal cerrando la frontera y completando la construcción del muro que él mismo inició durante su primer mandato.
“Tenemos que pagar la invasión a nuestro país, una invasión que está matando a miles”, dijo al relacionar el tema migratorio con el tráfico de drogas, lo que provocó una reacción del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
En su mañanera del viernes, AMLO dijo que le enviará una carta a Trump –a quien llamó su “amigo”– para decirle que no debe cerrar la frontera.
“Pienso que no le están informando bien sobre el tema migratorio y también sobre la importancia que tiene mantener la integración económica entre Estados Unidos, México y Canadá; sobre los dos temas”, dijo el mandatario.
Agregó que, en el caso migratorio “le voy a demostrar que los migrantes no llevan droga a Estados Unidos, que ésa es una vil mentira; que los migrantes van a Estados Unidos a trabajar honradamente y que esa nación se constituyó y se convirtió en una potencia gracias a los migrantes de todo el mundo, que llegaron e hicieron un país muy próspero”.
La rudeza contenida en los planes trumpistas en el terreno migratorio no cambiará con una misiva, pero es claro que son motivo de alarma, especialmente para el nuevo gobierno federal, que deberá diseñar una estrategia inteligente y refinada para amortiguar los embates que le avecinan.
Y significa también, para miles de poblanos, un tema de honda preocupación tanto para los que radican y trabajan en los Estados Unidos, muchos de ellos de manera irregular, como para sus familiares que reciben sus remesas.
Cabe acotar que a lo largo de 2023, el estado de Puebla captó 3 mil 144.8 millones de dólares, unos 56 mil 606 millones de pesos por concepto de remesas, monto que equivale a la mitad de todo el presupuesto del gobierno del estado.
Tan sólo de enero a marzo de este año, el estado de Puebla recibió 727.4 millones de dólares, alrededor de 13 mil 93 millones de pesos a un tipo de cambio de 18 pesos por dólar, con lo que los migrantes poblanos establecieron una nueva marca para apoyar a sus familias y contribuir de modo relevante a reactivar la economía en muchas regiones de la entidad, recursos que ahora están en riesgo.
En esta tesitura estamos ahora ante las próximas elecciones estadounidenses: un candidato con precaria salud e indispuesto a ceder la estafeta a otro candidato demócrata y otro engreído, cada vez más popular, arraigado en su perfil imperialista y peligrosamente amenazante.
El efecto Trump en el país y en Puebla es impredecible, aunque lo que se perciben son nubarrones allá que presagian tormentas, que por desgracia repercuten también acá.