Soliloquio
Felipe Flores Núñez
El gobernador Sergio Salomón Céspedes llegará el próximo jueves a su informe de gobierno en condiciones insuperables, circunstancia nada casual que merece ser ponderada desde distintas perspectivas.
Por lo pronto, habría que valorar en toda su dimensión el peso político que implica el par de elogios que el mandatario estatal recibió durante los días previos. Uno del presidente Andrés Manuel López Obrador y el otro de la virtual candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum.
El viernes, en su conferencia mañanera López Obrador ensalzó el trabajo de Céspedes Peregrina, a quien calificó como un buen gobernador, lo cual –dijo–“ayer quedó demostrado cuando el temblor, porque le hablé de inmediato y ya tenía el reporte, y no solo eso, fue a la región del epicentro y me dio el informe completo”.
Reconoció también que “ha hecho un buen trabajo”, al reiterar que es un buen gobernador y lamentarse no poder acudir a su informe “por motivos de agenda”, aunque aprovechó la ocasión para felicitarlo.
López Obrador destacó que a Puebla le ha ido muy bien, “están llegando muchas empresas a instalarse que están creando empleos y mejorando sus salarios, además que están aumentando las remesas, lo que envían nuestros paisanos de Puebla a sus familiares; es de los estados donde están llegando más remesas”. Y remató: “Va bien, está bien Puebla, se va avanzando para garantizar la paz, y eso es lo que puedo comentar, es muy buen gobernador Sergio y felicidades”.
Un día antes, en un encuentro con periodistas en Tehuacán durante su gira proselitista a Puebla, a pregunta expresa sobre las versiones de que Salomón Céspedes podría formar parte de su gabinete de ganar la presidencia en la elección del año próximo, Sheinbaum lo delineó como una “buena persona”, que durante el año de su mandato en Puebla ha demostrado ser “un buen gobernador”.
Por ahora no hablamos del gabinete, pero Salomón Céspedes es parte del equipo”, enfatizó.
Nada gratuitos, ambos piropos no dejan de ser significativos y alentadores porque llevan consigo para el gobernador poblano vientos a favor en su presente, y para su futuro también.
Hay, en efecto, una percepción favorable muy generalizada del trabajo cumplido por Céspedes Peregrina, justo a un año de haber asumido la gubernatura. Estudios de opinión realizados por casas encuestadoras externas lo han sitúan ahora en posiciones de privilegio, como el caso del más reciente publicado por la empresa RUBRUM, que lo ubica en el séptimo lugar del ranking de los mejores gobernadores del país.
Tras el estudio para evaluar en especial a los gobernadores en su desempeño, seguridad pública, sistema de salud y cercanía con la gente, Salomón Céspedes obtuvo 6.39 puntos de 9 disponibles, para ocupar el séptimo lugar entre los 32 mandatarios del país, y tercero entre los 22 de filiación morenista.
La ruta para Céspedes Peregrina, siempre cuesta arriba, no ha sido nada fácil tras haber llegado al poder entre nubarrones y en circunstancias sumamente complejas luego del deceso de Miguel Barbosa Huerta hace justo un año.
Para afrontar ese periodo se advierte la ejecución de un plan estratégico que ha redituado en logros de consideración, en cuya primera instancia se desplegó un enorme esfuerzo para recuperar la estabilidad social y política, así como la gobernabilidad en la entidad.
Había entonces mucho encono y fracturas urgentes de restaurar, tareas que también fueron cumplidas mediante acercamientos con todos los principales actores sociales y políticos de la entidad, incluyendo al sector empresarial con el que había un distanciamiento que parecía casi irreconciliable.
En ese trance, el proceso selectivo interno de Morena para la candidatura al gobierno estatal no fue impedimento para mantener los equilibrios por un manejo hábil que permitió a los aspirantes, aun con sus excesos, jugar libremente y en piso parejo, bajo la premisa de que la unidad era fundamental para hacer prevalecer en Puebla el movimiento de la 4T. Superado el escollo, el senador Alejandro Armenta resultó el ganador de la contienda y los grupos de los demás aspirantes acabaron por sumarse con disciplina a la postulación.
Bajo ese escenario, el gobernador ha estado siempre consciente de que los tiempos significan el mayor reto y ante la brevedad de su mandato, delineó proyectos de desarrollo e impacto social para heredar obras públicas de envergadura, algunos de ellos concertados y compartidos presupuestalmente con el gobierno federal, con el que puntualmente ha tejido una espléndida y productiva relación.
Entre otros, destaca la magna obra de Ciudad Universitaria 2 de la BUAP en la zona de Valsequillo, cuya implicación es enorme y quizá todavía no percibida en su absoluta dimensión, así como una nueva sede para el Congreso del Estado, obra que había sido aspirada desde hace muchos años.
Sobresalen desde luego varios proyectos de infraestructura y movilidad, como la construcción de la línea 4, que tendrá 41 kilómetros de longitud; dos distribuidores viales en la zona de Ejército de Oriente y en los linderos de la Central de Abasto; una nueva central camionera al sur de la ciudad que tendrá conectividad con al menos ocho entidades del país.
Obras para el mejoramiento de la red carretera estatal en siete regiones, además del recién anunciado distribuidor en el Periférico que ayudará para aliviar el tráfico en la Vía Atlixcáyotl. A ello se suman intervenciones ya en curso de parques públicos, como el de El Arte, Paseo de los Gigantes, Ecológico, Metropolitano, Lineal y la ciclo vía Hermanos Serdán.
A la par, el complejo tema de la seguridad pública se ha mantenido como una prioridad, para lo cual, bajo la insistencia de una mayor y mejor participación de los municipios, se estructuró un esquema estratégico para la prevención de delitos que incluye como herramienta la rehabilitación de los Arcos de Seguridad con mejor tecnología, y sobre todo, una real y más eficiente coordinación con las instancias federales, entre las que ahora se agregó a la Marina Armada.
Todo este conjunto de acciones, que no son pocas, parecen tener satisfecho al gobernador Salomón Céspedes. Así se percibe tras su emotivo mensaje a la población emitido por redes sociales de esta semana como preámbulo a su informe, en el que, literalmente, menciona: “Un año de estar unidos, de caminar nuestro querido estado de punta a punta, de convivir contigo, escucharte y reencontrarte. Quiero darte las gracias, poblana, poblano, por permitirme construir a tu lado, por abrirme las puertas de tu hogar y hacerme parte de tu comunidad durante este primer año. Es un honor trabajar por Puebla”.
Y añadió, en tono de gratitud personal y política: “Agradezco a Dios y a la vida que me permite seguir, muchas veces sin descanso, este sueño que todos los días nos hace sentir, a mi familia y a mí, enormemente afortunados. Gracias al hombre que es para mí lo mismo guía que referente, ejemplo e inspiración: gracias presidente López Obrador por permitir acompañarlo y abonar en este proyecto humanista de profunda transformación. ¡Gracias Puebla!”.
Mejor, imposible para el gobernador.