A juzgar por los escarceos de los días recientes, hay indicativos para deducir que nos espera un cierre de año de mucho fragor político y un candente 2021, cuyo epílogo es absolutamente impredecible.
Es como cuando el tronido de los rayos nos presagia el aguacero, o de plano una tormenta que lo empapa y maltrecha todo.
Inició el trajín con el rabioso capricho del legislador Gerardo Fernández Noroña, tras ver frustrado su deseo de ocupar la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, que finalmente fue para la priísta Dulce María Sauri, lo que lo llevó incluso a fustigar al presidente Andrés Manuel López Obrador, del que se dice ser “incondicional aliado”. “¿Cómo el poder te puede nublar a tal grado”, le cuestionó para citar el refrán aquel que dice que “el poder, a los inteligentes los nubla y a los pendejos los vuelve locos”.
Tal expresión tan desmedida la espetó al considerar que hubo toda una “operación de Estado” para que el PRI presidiera la Cámara de Diputados, en la que intervino incluso –dijo– la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
A este chusco aperitivo le siguió un agudo debate público por la determinación del Instituto Nacional Electoral respecto a las siete organizaciones que tenían posibilidades de convertirse en partidos políticos. En ese proceso abundaron las irregularidades, entre las que destacaron la falta de comprobación sobre el origen y destino de recursos, la participación indebida de ministros de culto en asambleas y la intervención de sindicatos.
Así, tras diversas y polémicas ponderaciones, el INE sólo autorizó la filiación de Encuentro Solidario, que no es otro que el mismo Partido Encuentro Social (PES), recién extinguido y tan cuestionado por su vinculación confesional.
Eso significó dejar afuera de la contienda nada menos que a la organización México Libre, encabezada por Margarita Zavala y el expresidente Felipe Calderón, con el argumento que 8.2 por ciento de sus ingresos totales provinieron de donantes no identificados y de otros mecanismos de acopio no autorizados, como el de la plataforma digital denominada Clip.
Su exclusión es relevante porque había acreditado una muy vasta militancia, superior incluso a los activos que tiene actualmente el PAN, por lo que hubiera sido una fuerza importante de participar en los comicios del año entrante, de modo que la resolución beneficia no sólo a Morena, sino al propio partido blanquiazul, ante el riesgo de perder un segmento notable de sus seguidores. Pero el que más festejó el traspié de México Libre fue el presidente López Obrador, quien hizo escarnio diciéndole con ironía y entre risotadas al expresidente Calderón que se fuera a quejar a los Estados Unidos, “a Washington, donde está la OEA, pero no a Nueva York porque allá está García Luna”.
Tales comentarios hacen deducir que AMLO no estará ajeno de los temas electorales y que lo hará con su estilo puntilloso, por más que diga que no habrá de intervenir.
Pero no todo está perdido para el matrimonio Zavala-Calderón, pues les queda desde luego la impugnación ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, misma que a juicio del experto en el tema Luis Carlos Ugalde puede ganar.
El exconsejero electoral afirma que los criterios utilizados para negarle el registro son endebles y pueden ser desestimados porque en el tema de aportaciones no identificadas no está comprobado que el origen sea ilícito y las aportaciones ya habían sido sancionadas en el expediente de fiscalización con una multa económica, que fue considerada ‘grave ordinaria’, es decir, una sanción que no tenía la magnitud para anular el registro.
Otra organización también vetada fue la denominada Redes Sociales Progresistas (RSP), comandada por la controvertida exlideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, en cuya defensa se afirma que no hay evidencias de que los profesores agremiados hubieran sido coaccionados para afiliarse.
Es el caso también de Fuerza Social por México, vinculada a la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), en donde figura como dirigente el poblano Gerardo Islas Maldonado, al considerar que organizaciones gremiales tuvieron inferencia en el proceso para buscar su registro. Grupo Social Promotor de México, plataforma creada por integrantes del extinto Partido Nueva Alianza, fue rechazado ya que el órgano electoral observó la intervención sistemática del SNTE en la organización.
Así también Alternativa y Súmate a Nosotros, lideradas por el expriísta César Augusto Santiago y el expanista Manuel Espino, respectivamente, las que no cumplieron con el número de asambleas (200 distritales o 20 estatales) y con el número necesario de afiliados, que fue de casi 234 mil.
Este ajetreo de festejos adelantados y frustraciones fue el preámbulo del inicio formal, este lunes, del proceso electoral 2020-2021, la llamada “elección más grande la historia”, en la que se renovará la Cámara de Diputados, se elegirán 15 gubernaturas, congresos estatales y ayuntamientos, para un total de 21 mil 368 cargos en disputa.
En lo que se refiere a Puebla, la contienda será para elegir a 15 diputados federales, 26 legisladores y otros 15 plurinominales, además de los 217 ayuntamientos. Esta inédita elección coincidente se verá afectada por la pandemia de COVID-19, lo que alterará todas las etapas del proceso y obligará a inusuales medidas sanitarias, si bien es posible que para la jornada electoral a celebrarse el próximo 6 de junio el escenario podría ser más favorable.
Pero más preocupante parece ser el clima de polarización y de intervencionismo que impera, al menos, al inicio del proceso electoral, como lo hizo ver el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova.
El pasado lunes advirtió que “hoy proliferan las voces que niegan, descalifican y desautorizan al otro, lamentablemente esas posturas no son monopolios sólo de algunos, sino que en tiempos de polarización, como los que vivimos, se multiplican esas voces que alimentan el juego de la intolerancia y con ello abonan el terreno para expresiones autoritarias”.
Otro hecho candente de implicación política fue la renuncia de 10 mandatarios a la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), lo que pronostica el final de esta organización que funcionó durante un largo periodo como una instancia de diálogo y negociación.
La Conago surgió a principios de 2002 tras la llegada de Vicente Fox a la Presidencia y operó con eficacia en temas hacendarios y presupuestales y en defensa del federalismo incluyente, de modo que en el escenario actual no tiene cabida alguna. A ello se suma que los mandatarios disidentes pretendieron privilegiar el enfoque político sobre otros temas, bajo la perspectiva de los comicios de 2020, e incluso, de 2024, lo que fue la puntilla final.
Y para cerrar, en la víspera se conoció el paquete económico para 2021, que al menos para Puebla fue una puñalada, al prever una reducción de 5% de las participaciones federales, además que por segundo año consecutivo, no habrá aquí un solo peso de inversión.
Eso sí, AMLO privilegió sus obras insignia, al otorgarle hasta un 485 por ciento de incremento a los proyectos de Dos Bocas, Santa Lucía y el Tren Maya, además que preservará los apoyos clientelares de sus programas sociales y mantendrá sus inversiones en Pemex y la CFE, por más que se diga que esos recursos van a un auténtico “hoyo negro”. Fue así que transcurrieron estos días de intenso ajetreo, como apenas un presagio de lo que vendrá después. Así que “agárrense” todos.