Soliloquio
Felipe Flores Núñez
A 50 días de los comicios, en efecto, el tema de la inseguridad no sólo está permeando cada vez más en el proceso electoral, sino que, por su relevancia e interés ciudadano, podría ser el factor definitorio.
Además de diversos hechos delictivos que de manera inédita han ocurrido durante días recientes en la capital poblana, ayer mismo hubo otro incidente que prendió las alarmas, al conocerse que había sido asesinado Juan Venancio, esposo de una candidata a regidora en el municipio de Tehuitzingo.
De este suceso se precisó que fue ajeno al actual momento político, lo cual será en su momento ratificado por las investigaciones que inició puntualmente la Fiscalía estatal.
De cualquier modo, el horno parece no estar para bollos, y eso lo saben todos los actores políticos.
Por algo será que, hasta ayer, ya son 25 las solicitudes de aspirantes a un cargo de elección en Puebla para que se les brinde protección a través de los protocolos de seguridad, de los cuales en 17 casos la autoridad estatal ya ofreció un primer acompañamiento. Seguramente habrá más casos.
A nivel federal, son ahora 200 las solicitudes, de las que 180 han procedido y por primera vez en la historia, también funcionarios del Tribunal Electoral han requerido protección tras el atentado en la víspera contra un funcionario.
Ante tal escenario, este miércoles el mandatario estatal, Sergio Salomón Céspedes se refirió al tema e insistió en no involucrarlo en el ámbito político.
Aseguró que su gobierno se ha mantenido muy pendiente para propiciar condiciones de tranquilidad durante todo el proceso electoral y se refirió a la habilitación del protocolo de protección especialmente diseñado para los que ostentan una candidatura.
También reiteró su exhorto a los actores políticos para que se conduzcan con responsabilidad en sus referencias al tema de la seguridad pública.
“No veo focos rojos en ello, pero sí es importante la mesura de los candidatos, que a final de cuentas tienen un liderazgo, tienen el poder del micrófono; ellos tienen que conducirse con la verdad”, puntualizó.
También les pidió entender que no deben echar a pelear a los pueblos, que no deben de calentarlos de más. “Que el debate se da en las propuestas, no en la descalificación y la guerra sucia”, instó.
Así las cosas, es de esperarse que los candidatos no eludan el tema, pero que en todo caso presenten propuestas concretas, viables y de efecto inmediato.
Hasta ahora, dicho sea de paso, el único que ha planteado una alternativa es Alejandro Armenta Mier, candidato a la gubernatura por la coalición “Sigamos haciendo historia”, quien ya expuso la posibilidad de imponer un mando único policial.
El pasado martes, en el conversatorio organizado por la UPAEP ratificó que esa medida impediría que las autoridades estatales y municipales pretexten sus respectivas competencias, lo cual ha ocurrido reiteradamente ahora y en los tiempos recientes.
Por ejemplo, nadie olvida que durante el morenovallismo se culpó al gobierno federal de la alta incidencia en el robo de hidrocarburos, así como del narcomenudeo. La inacción de ese gobierno generó impunidad e hizo crecer la actividad delictiva.
“En realidad lo que quieren los poblanos es capacidad de respuesta y plena coordinación”, matizó Armenta al precisar que finalmente “no se trata de policías y ladrones, ni tampoco de estarnos echando la pelotita de si es la Guardia Nacional, si es la policía estatal o si es la municipal; o si es de Puebla, de San Andrés Cholula o de Amozoc. Eso sólo habla de ineptitud”.
Armenta planteó también que su propuesta del mando único policial podría extenderse también a los municipios para garantizar mayor seguridad en la entidad, lo cual garantizaría que todos los niveles de gobierno trabajen de modo coordinado y evitaría que instancias municipales repartan culpas, como ocurre en Puebla capital.
El morenista también ha afirmado que la seguridad implica atender que hay procesos disociativos que dividen a las familias y a la sociedad, “por lo que esas causas deben atenderse también con educación, valores y principios”.
Por lo pronto habrá que esperar de quienes se proponen gobernar a Puebla cual es su bitácora para atender el flagelo delincuencial, en el entendido de que se requieren acciones efectivas y de gran envergadura.
Sin duda, el tema de la inseguridad está más que vigente.
Pasmosos, los electores perciben el clima de violencia.
Con toda razón, esperan respuestas y exigen prontas soluciones.