Soliloquio
Felipe Flores Núñez
Más allá que lo haga en los límites de la ilegalidad, mientras que Morena avanza por el carril de alta velocidad en su proceso interno para definir quién portará su estafeta en la magna elección presidencial del 2024, los partidos políticos en tímida alianza apenas están en el diseño del método para elegir a quien podría ser su candidato o candidata.
Para los partidos opositores parece no haber prisa alguna, aunque según lo han dicho, será el próximo lunes cuando apenas podrían darse a conocer algunas decisiones derivadas de los acuerdos que han asumido las dirigencias del PAN, PRI y el PRD, así como por representantes de la llamada “sociedad civil”.
Por lo poco que se sabe, cada uno de los partidos afiliados a “Va por México” rea- lizaría elecciones primarias para depurar la muy extensa lista de aspirantes, de cu- yo proceso surgirían dos por cada instituto político -posiblemente una mujer y un varón–, a los que se sumaría otro par, procedente de la sociedad, para sumar ocho en total.
El siguiente paso sería celebrar elecciones abiertas a la ciudadanía, pase de charola de los aspirantes para financiar sus actividades, foros temáticos en diferentes puntos del país para escuchar posicionamientos sobre seguridad, salud, educación y economía, entre otros, y también posiblemente debates entre los contendientes.
¿Quiénes estarían involucrados en la contienda?
Por el PRI se vislumbran en la fase de arranque las senadoras Claudia Ruiz Massieu y Beatriz Paredes, así como los exfuncionarios federales Enrique de la Madrid, José Ángel Gurría e Ildefonso Guajardo.
El PAN iría con el actual presidente de la Cámara de Diputados, Santiago Creel; las senadoras Lilly Téllez y Xóchitl Gálvez, los gobernadores Maru Campos, Mauricio Vila, Mauricio Kuri y el exmandatario de Tamaulipas Francisco García Cabeza de Vaca.
Finalmente, en el PRD apenas se asoman su coordinador en el Senado, Miguel Ángel Mancera, y el exgobernador de Michoacán Silvano Aureoles.
Por el bloque de la “sociedad civil”, ya anotados, el expresidente de la Coparmex Gustavo de Hoyos, Gustavo Lozano y el empresario Claudio X. González.
Hasta aquí hay aparente consenso de los presidentes del PAN, Marko Cortés; del PRI, Alejandro Moreno, y del PRD, Jesús Zambrano, quienes han puesto énfasis de que todo el proceso selectivo sea abierto, transparente y, muy enfáticamente, apegado a la normatividad y los plazos marcados por el Instituto Nacional Electoral.
El compromiso asumido de manera conjunta es que quien sea el ganador o ganadora, necesariamente deberá impulsar una plataforma de gobierno de coalición y ser consecuente con las más de 270 propuestas que ya han sido elaboradas por expertos y miembros de colectivos y de organizaciones civiles y que son parte medular para un futuro gobierno de coalición.
Mostradas las barajas, ¿tiene posibilidades el grupo opositor, cuando todos los pronósticos están ampliamente a favor de cualquiera de los tres principales candidatos de Morena?
Se diría que muy pocas, casi ninguna, pero eso habría que acreditarlo en el terreno electoral.
A partir de la premisa de que Claudia Sheinbaum será la ganadora de la contienda interna de Morena, no estaría mal op- tar por una mujer en el frente opositor, en cuyo caso están en la palestra Claudia Ruiz Massieu, Beatriz Paredes, Lilly Téllez y… Xóchitl Gálvez.
Cada una con su propio perfil, las cuatro podrían ser buenas rivales.
No obstante, a Claudia y a Beatriz les pesa demasiado la loza priista; Lilly es hábil y mediática, pero su estridencia acaba por agobiar.
Queda Xóchitl entre ellas.
Si la dejan, apoyan y si el proceso no es manipulado, Xóchitl Gálvez parece ser una buena opción.
Por algo sobresale cada vez con más fuerza.
Se trata de una mujer de origen humilde, íntegra, capaz y libre de todo cuestionamiento.
La senadora hidalguense se ha reposicionado durante los días recientes al mostrar audacia y valentía por el reclamo de un espacio en la mañanera presidencial para hacer valer su derecho de réplica ante una alusión, petición que validó incluso mediante la intervención de un juez.
Ante la negativa del presidente, este miércoles le mando un mensaje por redes sociales: “Señor presidente, piénsele: no interponga un recurso de revisión contra el amparo que presenté. ¿Para qué seguir perdiendo el tiempo? Es muy fácil: cumpla su palabra, voy a la mañanera y san se acabó. No le saque”.
Xóchitl Gálvez ha mostrado así que tiene también agallas y sabe escalar como lo ha hecho a lo largo de su vida desde que salió de su precaria comunidad rural.
Buena candidata, lo es.
Y si el apoyo es mayoritario entre los partidos aliancistas, y además hubiera un muy amplio respaldo social en los comicios del 2024, la disputa en la elección presidencial adquiere ya un lúcido matiz.
Claudia Sheimbaum contra Xóchitl Gálvez.
Suena bien.