Por: Guadalupe Juárez
En cinco años, 25 policías fueron víctimas de homicidio durante el cumplimiento de su deber en la entidad poblana, de los cuales 22 fueron hombres y tres mujeres.
De acuerdo con el informe Policías abatidos: el riesgo de servir a la seguridad pública en México, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), presentado esta semana, los asesinatos de los uniformados ocurrieron entre 2013 y 2018.
Por números absolutos, Puebla se convirtió en la quinta entidad con más casos; Estado de México es el primero con 109; Guerrero, el segundo con 67, seguido de Michoacán con 61.
En cuanto a las tasas más altas, los primeros lugares son de Guerrero, Michoacán, Sinaloa, Tabasco, Zacatecas y Colima, pues registraron entre 1.07 y 1.89 policías asesinados por cada 100 mil habitantes.
Puebla aparece como una de las dos entidades donde más policías indígenas fueron abatidos, junto a Veracruz, con ocho casos cada una, lo que corresponde a 17% de los asesinatos de policías que fueron asesinados mientras hacían su trabajo.
Un policía abatido es aquel que es víctima de homicidio durante el cumplimiento de su deber. El análisis excluye a policías que murieron por accidente, aun si cuando fallecieron cumplían con su deber o en circunstancias ajenas a su trabajo.
De acuerdo con el Inegi, los policías corren más peligro cuando atienden secuestro, asaltos y destrucción de propiedad.
Entre las causas que explican los asesinatos de elementos de seguridad, el Inegi explica que está la propia naturaleza de sus funciones y actividades rutinarias, las deficiencias presupuestarias de cada orden de gobierno, las características físicas de los policías (género o etnia), así como la relación de la sociedad con las autoridades.
En nueve de cada 10 casos, los asesinatos contra ellos son cometidos con arma de fuego y ocho de cada 10 ocurren en la vía pública.