El horno más antiguo de la tradición alfarera en Puebla –de aproximadamente 200 años– arde en el Barrio de la Luz, en medio de una casona antigua que hoy se vive restaurada y renovada, pues el ayuntamiento de Puebla rehabilitó este taller, en favor del gremio artesano.
Se trata del Centro Alfarero, ubicado en Palafox y Mendoza 1403, un inmueble considerado Patrimonio Cultural de la capital, desde donde el alcalde Eduardo Rivera Pérez explicó que el objetivo es preservarlo como “un museo vivo”.
Explicó que fueron necesarias diversas intervenciones estructurales, como aplanado de muros, arreglo de grietas en muros interiores y exteriores, resane de fisuras y repellado en muros de plomo, colocación de piso y pinta de los muros interiores y exteriores, entre otro trabajos.
Es así como desde este nuevo entorno, 15 familias alfareras, con una herencia cultural de hasta ocho generaciones, mantienen el arte de dar forma al barro.
Berenice Vidal Castelán, gerente del Centro Histórico y Patrimonio Cultural, comentó que las ollas, cazuelas, candeleros y muchas piezas más forman parte de nuestra identidad, además de la talavera y la producción del vidrio.
Rivera Pérez, Vidal Castelán, junto a maestras y maestros alfareros del Barrio de la Luz, invitaron a visitantes locales, nacionales y extranjeros a conocer este espacio, a hacerlo “un sitio obligado” en las rutas turísticas de Puebla capital, al tiempo de apoyar la artesanía local.
Fue a través del Programa Nacional de Reconstrucción que se recibió una inversión de 2.5 millones de pesos para la rehabilitación de este espacio.
La inauguración contó con la presencia de Mireya Moreno, en representación de la comunidad alfarera; Miguel Ángel García Fernández, supervisor del INAH; y María de los Dolores Dib y Álvarez, supervisora de la Secretaría de Cultura federal.