Lesly Mellado May
Hace 10 años se inauguró el sistema de transporte RUTA en Puebla, oficialmente para mejorar la movilidad y reducir la contaminación. Hoy sabemos que fue la fachada de un saqueo al erario, según lo denunció públicamente el exgobernador Miguel Barbosa.
RUTA no fue en los hechos lo que se prometió y se quedó corto respecto a las necesidades de movilidad para la zona metropolitana. Sin duda, el tema del transporte es un entramado de intereses económicos y políticos que no tendrán fin sin importar el gobierno que llegue.
En estos 10 años no se han generado mejores opciones de movilidad; los vaivenes políticos y hasta la “pelona” se han interpuesto en los proyectos, si es que los hay, para que la mayoría de la población pueda gozar de un transporte digno y seguro.
Pese a que la zona metropolitana de Puebla es la cuarta más poblada del país, se mantiene el privilegio del modelo hombre-camión. De acuerdo con datos de la Secretaría de Movilidad y Transporte, publicados en la Plataforma Nacional de Transparencia, estas son las concesiones de transporte público otorgadas: en 2020 fueron 171; en 2021, 85; y en 2022, 133.
Así, el estado de Puebla cerró 2022 con 37 mil 445 concesiones de transporte público. Esta es la cifra oficial, porque sabemos que no hay rincón que se libre de unidades “piratas” toleradas por la autoridad. Destaca en la Plataforma Nacional de Transparencia que buena parte de los contratos de concesión están ocultos y otros tantos publicados parcialmente, con lo que la dependencia estatal incumple con la ley en la materia.
Mientras en la Secretaría de Movilidad y Transporte se ocupan del hombre-camión, el mundo se mueve en sentido contrario, y las gobernadoras de la CDMX y Tlaxcala proyectan revivir los trenes y crear corredores “cero emisiones” (rutas transitadas solo por vehículos eléctricos).
Puebla va en los ensayos. Al iniciar este 2023, la Agencia Estatal de Energía difundió que concluyó un programa piloto de electromovilidad, un vehículo de la iniciativa privada que hizo recorridos de la Universidad Iberoamericana campus Puebla rumbo al Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey y Universidad del Valle de México campus Puebla. Nos queda por saber si funcionó y si será autorizado para dar el servicio.
También estamos a la espera de conocer qué pasó con el convenio del gobierno del estado con el Banco de Desarrollo de Alemania (KFW, por sus siglas en alemán) y Nacional Financiera (Nafin) para acceder a una bolsa de más de 300 millones de pesos para la renovación de unidades de transporte público.
En 2020, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) publicó el estudio “Hacia una electromovilidad pública en México”, en el que se comparan los sistemas de transporte de las principales zonas metropolitanas del país. De acuerdo con el estudio, Puebla se encuentra muy rezagada en cuanto a la implementación de sistemas de transporte público de alta capacidad, en comparación con ciudades como Monterrey y Guadalajara.
El informe examina el número de pasajeros diarios que se movilizan a través de estos sistemas de transporte. Por ejemplo, el Optibús de León, Guanajuato, cuenta con 10 líneas y mueve a 800 mil personas, mientras que RUTA en Puebla, con sólo 3 líneas, da servicio a 226 mil pasajeros.
Mientras tanto, en Puebla, los ciudadanos siguen viajando en unidades antiguas y sucias, experimentando maltratos por parte de los conductores, sufriendo accidentes y robos. Todo esto mientras las autoridades se encuentran en una lucha por Casa Aguayo.