El arzobispo Víctor Sánchez Espinosa lamentó que en el país haya personas que son “los crucificados de la sociedad: los vulnerables, los desplazados por causa del crimen, los desterrados y abandonados, los desaparecidos y sus familias que los buscan, los que menos tienen y los migrantes”.
Actualmente, expresó durante la homilía durante la misa dominical, “mucha gente sufre, estamos viviendo tiempos muy difíciles de violencia, de inseguridad, lo vemos en las noticias y ya se nos está volviendo costumbre escuchar que hubo un atentado allá, unos desaparecidos aquí, unos levantados por otros lados, desaparecidos y después encontrados muertos”.
Cuestionó el que haya madres que son asesinadas por buscar a sus hijos desaparecidos. Esto “lo vuelvo a repetir, a mencionar”, dijo al tiempo de ofrecer oración por estas mujeres que han perdido la vida.
En este contexto, expresó que hoy el concepto de “cargar la cruz” significa compartir la suerte con tantos y tantos hermanos nuestros que sufren”, pues es éste va cambiando con cada generación.
En el proyecto de Jesús, destacó el jerarca católico, “están los valores, las virtudes cristianas, y muy por arriba la familia y la vida. Dios nos la da y sólo él dispone de ella”.
Durante la misa estuvieron presentes las Damas Vicentinas, dedicadas a la labor social, así como la comunidad de la Parroquia de la Medalla Milagrosa, encabezada por el sacerdote Juan Carlos Reyes Mendoza.
Ante la comunidad que acudió a Catedral, insistió en la necesidad de fortalecer los valores tanto al seno de las familias, como los que conforman la Iglesia Católica.
La vida, dijo, debe ser respetada desde el momento mismo de la concepción hasta la muerte natural, pues, insistió, ésta es dada por Dios y sólo puede ser quitada por él mismo.
Finalmente, exhortó a los feligreses a unir a sus familias con base en los valores que les hagan estar unidos.