La temporada del chile en nogada, que por tradición y sabor es uno de los platillos más representativos de la gastronomía poblana, también se verá afectada por la pandemia de coronavirus; sin embargo, no será cancelada.
Olga Méndez Juárez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) en Puebla, indicó que este año este alimento no se comercializará desde la mitad de julio, como es tradición, sino hasta mediados de agosto.
Este platillo, que atrae a miles de turistas locales, nacionales e internacionales se elabora con productos de la región de Calpan: chiles poblanos, manzanas panocheras, peras de leche, nueces de castilla y duraznos criollos.
Méndez Juárez comentó que este año el COVID-19 impide hacer un pronóstico de derrama económica, pues sigue limitada la actividad del sector al no dar servicio en mesa. El año pasado se estima que vendieron 3 millones de chiles en nogada, con una derrama económica de 450 mil millones de pesos, gracias a ferias gastronómicas en varios municipios.
La apuesta –indicó– será la entrega a domicilio, pues los restaurantes buscan la manera de poder trasladar el platillo en empaques que se adapten y mantenga la presentación.
PRODUCTORES, ESPERANZADOS
Jaime Sánchez Gárate, productor de chile poblano en San Lucas el Grande, perteneciente a San Salvador el Verde, tiene listas de 10 a 20 toneladas de dicho ingrediente para la venta.
Aunque llamó a restauranteros a comprar la cosecha de la zona, él y productores de frutas esperan una baja por la crisis de coronavirus. De no lograr ventas, tendrán que recurrir a intermediarios para colocarlos en otras partes y eso mermará sus ganancias.
También podrían secar el chile y comercializarlo como mulatos y anchos, los cuales son usados en la elaboración del otro platillo emblemático de la entidad: el mole poblano.