Aunque siguen en tratamiento especial para ser trasplantados, 52 pacientes en Puebla viven con la urgencia de un órgano, y la espera, –con medicación que les reduce las defensas ante las enfermedades y les incrementa la fragilidad ante el coronavirus– se les ha alargado tres meses.
De marzo a mayo sólo pudo hacerse un trasplante de córnea para devolver la vista a una persona.
Esa realidad retrata el registro oficial del Centro Nacional de Trasplantes. De enero a marzo se realizaron un total de 35 operaciones de córnea, tendencia numérica promedio desde 2018.
Para evitar riesgo de contraer coronavirus, todas las cirugías de trasplante fueron suspendidas.
En el caso de las donaciones de riñón, de abril a junio no hubo donaciones, mientras que antes de la pandemia se realizaron 37 cirugías.
En contraste, durante los seis primeros meses de 2019 se realizaron un total de 68 cirugías.
De enero a marzo, 34 personas que fallecieron eran donadoras de órganos. No hay ninguna de abril a junio.